Marruecos exporta su espionaje: Yassin Mansouri citado en un tribunal de Róterdam

Marruecos exporta su espionaje: Yassin Mansouri citado en un tribunal de Róterdam

“Cada año se revelan nuevas actividades y ramificaciones del espionaje marroquí en Europa, excepto en España”, escribe Ignacio Cembrero en El Confidencial (23/09/2025). El veterano periodista vuelve a poner el dedo en la llaga: Marruecos no solo ocupa el Sáhara Occidental y reprime a su propio pueblo, sino que infiltra sus redes de espionaje en el corazón de Europa con una impunidad que hasta ahora parecía intocable.

El último escándalo lo detalla Cembrero en su artículo: un tribunal de Róterdam ha solicitado la comparecencia como testigo de Yassine Mansouri, director de la DGED, el espionaje exterior marroquí. La petición judicial incluye también a otros tres altos cargos del servicio secreto. Se trata de “una medida sin precedentes”, señala el periodista, porque Mansouri es el hombre de máxima confianza del rey Mohamed VI, director de la DGED desde 2005 y compañero de pupitre del monarca en el Colegio Real de Rabat.

El caso gira en torno a Abderrahim El M., un ciudadano holandés de origen marroquí que durante años trabajó en la Coordinación Nacional de Contraterrorismo y Seguridad (NCTV), con acceso a información altamente sensible. Según la fiscalía neerlandesa, filtraba datos a la DGED, acumulando 928 documentos clasificados y hasta 46 terabytes de material robado. Fue detenido en 2023 en el aeropuerto de Schiphol, cuando se disponía a volar a Marruecos. El propio primer ministro Dick Schoof —que entonces dirigía la NCTV— ha tenido que declarar en la investigación, recuerda El Confidencial.

No es la primera vez que el espionaje marroquí aparece en los tribunales de los Países Bajos. Como señala Cembrero, ya en 2008 un policía neerlandés de origen marroquí, Redouane Lemhaouli, fue juzgado por espiar para la DGED. Tampoco es un fenómeno aislado: el informe de la AIVD de 2024 calificaba a la comunidad rifeña y saharaui en Holanda como objetivo prioritario del Majzén. El patrón se repite: Marruecos busca controlar a sus comunidades emigradas y neutralizar a la oposición en la diáspora.

La figura de Mansouri no es nueva en los escándalos europeos. El director de la DGED aparece también en el Moroccogate, la red de corrupción en el Parlamento Europeo que compró voluntades a golpe de maletines para blanquear la ocupación del Sáhara Occidental. En Francia, otro de sus colegas de la seguridad, Abdellatif Hammouchi, huyó de París en 2014 tras ser reclamado por un juez, lo que abrió una crisis diplomática con Rabat.

Lo que subraya Cembrero es el contraste con España. Aquí, donde Marruecos opera con la misma intensidad o más que en Bélgica, Alemania u Holanda, la consigna siempre ha sido evitar el escándalo. En 2013, el CNI prefirió expulsar discretamente a Noureddine Ziani —un histórico agente marroquí en Cataluña— en lugar de procesarlo. En enero pasado, España extraditó a Alemania a otro espía, Youssef El A., acusado de espiar a la oposición rifeña, pero sin abrir un procedimiento propio. “España siempre ha querido evitar llevar ante la justicia a los colaboradores de la inteligencia marroquí”, concluye El Confidencial.

El caso de Róterdam abre así un precedente: por primera vez, un tribunal europeo apunta directamente al jefe del espionaje exterior marroquí. Que Mansouri se siente en el banquillo parece improbable, pero su citación ya es una grieta en la impunidad del Majzén. Como recuerda Cembrero, Marruecos es hoy el servicio de inteligencia extranjero que más titulares acapara en Europa tras el ruso. La diferencia es que mientras Moscú es considerado enemigo declarado, Rabat sigue siendo presentado como socio estratégico.

La pregunta es clara: ¿hasta cuándo Europa seguirá tolerando que un Estado que ocupa ilegalmente el Sáhara Occidental utilice sus servicios secretos para infiltrar instituciones europeas y espiar a sus ciudadanos?

Origen: Otro frente para los espías de Rabat: un nuevo escándalo golpea a las más altas esferas del espionaje marroquí