Mohamed VI elogia a sus fuerzas armadas la acción para «defender la integridad territorial».
Por Lehbib Abdelhay
Madrid (ECS). – El rey de Marruecos, Mohamed VI, se dirigió a sus súbditos y ofreció su discurso anual por el 23 aniversario de la ascensión al trono, que coincide en el 30 de julio de cada año. Debido a la pandemia y su frágil salud, de nuevo y por tercera vez, se ha visto obligado a cancelar los fastuosos festejos que acompañaban a la ceremonia. Como curiosidad, es la segunda vez que ignora la cuestión saharaui y no menciona el Sáhara Occidental, a pesar de ser la mal-llamada ‘primera causa nacional’ y que vive momentos excepcionales dada la ruptura del alto el fuego y la internacionalización del conflicto que ha sumergido a Marruecos en un rechazo internacional sin precedentes.
Con una voz quebrantada y pálida, Mohamed VI ofreció un discurso de casi veinte minutos en los que ignora la realidad del pueblo marroquí tanto nacional como internacional. Diez de los diecinueve minutos que duró su intervención, Mohamed VI habló de la igualdad entre mujeres y hombres, y de que el Reino ha avanzado mucho en este ámbito. Sin mención alguna al reciente apoyo de España a su tesis de autonomía y la supuesta buena marcha de las relaciones, ni a la brutal crisis económica y social que azota el país debido a la inflación que se ha juntado con los efectos de la pandemia, así como la rampante crisis hídrica y energética en conjunción co la sequía que sufre el Reino.
El monarca alauita se refirió a los efectos de la pandemia simplemente para alegar que fueron la razón por la falta de avance en distintos proyectos.
Posteriormente, el rey, con apariencia de enfermo, habló sobre la delicada situación social y económica por la que atraviesa Marruecos, diciendo que el Estado había hecho todo lo posible y que había gestionado la pandemia de una manera única.
En su alocución, el monarca dedicó la segunda parte a la igualdad social, la coyuntura económica que atraviesa el país y las subsecuentes crisis derivadas de pandemia de la Covid-19.
En su discurso dirigido a la nación y transmitido en las televisiones y radios oficiales, en el que no mencionó a España tras la normalización de relaciones con el vecino del sur, el monarca también llamó a una reforma legal para mejorar los derechos de la mujer hacia la paridad.
Reconoce la guerra en el Sáhara Occidental
En los últimos seis minutos de su discurso, ignoró indirectamente la cuestión del Sáhara Occidental, pero agradeció a las Fuerzas Armadas Reales y a la Gendarmería Real por enfrentarse «a los enemigos de la integridad territorial», en clara referencia a la guerra en el Sáhara Occidental. También admitió implícitamente sus muertos en esta guerra, añadiendo, tras agradecer la labor de las Reales Fuerzas Armadas: «Que Dios tenga piedad de los mártires de la patria, comenzando por nuestro bendito abuelo, Mohamed V».
Finalmente, Mohamed VI dijo en su discurso grabado que “hay quienes nos acusan de insultar al pueblo argelino, y no lo hicimos» haciendo de nuevo el habitual llamamiento que preside cada discurso «Llamamos a abrir las fronteras y lograr la hermandad»
«Queremos acabar con los problemas entre Argelia y Marruecos»
– Esperamos que la presidencia argelina nos estreche su mano para restablecer nuestras relaciones normales.
– Argelia y su gente siempre nos encontrarán a su lado y en todas las circunstancias.
– Hago un llamamiento a los marroquíes para mostrar los valores de buena vecindad que nos unen a nuestros hermanos argelinos.
Fueron algunas de las palabras que dedicó a Argelia a pesar de la hostilidad mostrada mes a mes tanto por sus ministros como por la prensa afín a Rabat.