- Este entrenador de fútbol pasó su infancia dándole patadas a un balón de trapo en medio del desierto
- Con su proyecto solidario quiere que los niños saharauis como él “tengan la oportunidad de evadirse a través del deporte”
Este entrenador de fútbol pasó su infancia dándole patadas a un balón de trapo en medio del desierto.
Mi sueño es ayudar a Mi Pueblo abandonado en la nada, ahora visibilizar su lucha es lo +importante.
— Mohandi Abdelay Mulay (@AbdalayMulay) December 3, 2020
Un pueblo q grita pidiendo justicia ante el silencio de la comunidad internacional.
Gracias a @eldiarioes por contar conmigo #SaharaOccidental https://t.co/6L2PNBDyTh
Mohandi Abdelay Mulay (Aaiún, 1989) nunca olvidó de dónde venía. Tampoco el tacto de sus pies descalzos en la arena y el calor sofocante, casi irrespirable, del campo de refugiados en el que se crió. En Aaiún, en el Sáhara Occidental, pasaba las horas muertas jugando con un balón de trapo. Era el único juguete que tenía. Gracias a Vacaciones en paz y el empeño de su familia de acogida en darle una vida mejor pudo formarse, crecer y cumplir sus sueños en España. Hoy, desde Olivares, en Sevilla, lucha por ayudar a los niños que no han tenido su misma suerte, a través de Jugar en la Hamada: “Nuestro objetivo es recaudar fondos para construir una escuela de fútbol y que tengan la oportunidad de evadirse a través del deporte”.
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