“Desmontando bulos contra el pueblo saharaui y el Frente Polisario” – 2
Uno de los bulos más persistentes y peligrosos que se difunden —desde los despachos del Majzén hasta medios occidentales y gobiernos cómplices— es que lo que ocurre en el Sáhara Occidental es una disputa entre Marruecos y Argelia. Esta falsedad, repetida hasta la saciedad por quienes buscan perpetuar la ocupación, pretende borrar al pueblo saharaui como sujeto político, despojarlo de su historia y convertir su lucha en un mero juego de rivalidades geoestratégicas entre Estados. Pero la verdad es otra, y es incontestable: el Sáhara Occidental es un territorio ocupado y pendiente de descolonización, y el pueblo saharaui es su único protagonista legítimo.
Lo que ocurre tiene nombre y responsables
Desde 1963 la ONU reconoce al Sáhara Occidental como un “territorio no autónomo”, es decir, pendiente de descolonización. En 1975, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) concluyó que no existe ningún vínculo de soberanía entre Marruecos y el Sáhara Occidental. Sin embargo, ese mismo año, aprovechando la retirada cobarde de España, Marruecos invadió el territorio por la fuerza, desatando una guerra y un exilio que aún perduran.
Decir que esta situación enfrenta a Marruecos y Argelia no solo es falso: es un intento deliberado de invisibilizar a todo un pueblo que ha resistido medio siglo de ocupación, represión, saqueo de sus recursos y silencio internacional. La lucha del pueblo saharaui es una lucha legítima por la libertad y la independencia, como lo fue la de Vietnam, la de Namibia o la de Sudáfrica.
El Frente Polisario, representante legítimo y fuerza de liberación
El Frente Polisario no es un instrumento de Argelia ni un grupo «radicalizado», como pretenden algunas plumas al servicio de la ocupación. Es el único representante legítimo del pueblo saharaui, reconocido por la Asamblea General de la ONU desde 1979. Es, además, el actor que proclamó en 1976 la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), hoy Estado miembro de pleno derecho de la Unión Africana.
El Frente Polisario ha mantenido durante décadas una firme voluntad de diálogo y ha respetado el alto el fuego bajo auspicio de la ONU. Mientras tanto, ha sido Marruecos quien ha saboteado cada intento de referéndum, quien ha levantado muros de arena y minas antipersona, y quien ha reprimido con brutalidad a la población civil saharaui en las zonas ocupadas.
Argelia, un país solidario, no beligerante
Argelia no ha invadido el Sáhara Occidental. Argelia no ha bombardeado a civiles saharauis. Argelia no se beneficia del expolio de los fosfatos ni de la pesca saharaui. Lo que sí ha hecho Argelia, y con dignidad, es acoger a más de 170.000 refugiados saharauis desde 1975. Lo que sí hace Argelia es defender, en todos los foros internacionales, el cumplimiento del derecho internacional y el derecho del pueblo saharaui a decidir libremente su futuro.
Reducir la cuestión a una rivalidad Marruecos-Argelia es una ofensa al pueblo saharaui. Es una forma de negarle el derecho a existir como sujeto político. Esta visión colonial ha sido —y sigue siendo— uno de los mayores obstáculos para resolver el proceso de descolonización pendiente.
Marruecos y la propaganda de la “argelinización”
La propaganda marroquí se esfuerza cada día en “argelinizar” la causa saharaui para ocultar sus responsabilidades y victimizarse ante la comunidad internacional. Lo hace con la complicidad de ciertos gobiernos, medios y lobbies que prefieren mirar hacia otro lado mientras Marruecos ocupa, encarcela, tortura, censura y expolia.
Esta narrativa les permite esconder el hecho de que ningún país del mundo reconoce formalmente la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Ni siquiera sus aliados más cercanos, como Francia, lo han hecho en sede oficial. Además, las resoluciones del Consejo de Seguridad siguen hablando de una solución política que contemple el derecho a la autodeterminación.
Lo que dice el Derecho Internacional, alto y claro
La ONU mantiene clara su doctrina: el Sáhara Occidental sigue siendo un territorio no autónomo, y su pueblo tiene derecho a la autodeterminación. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha sido categórico en múltiples sentencias —como la de 2016, 2018 y 2021— al afirmar que Marruecos y el Sáhara Occidental son territorios separados, y que ningún acuerdo puede aplicarse al Sáhara sin el consentimiento del pueblo saharaui, representado por el Frente Polisario.
Todo esto desmonta por completo la mentira de la “rivalidad entre vecinos”. Lo que existe es una ocupación y un pueblo que resiste.
Conclusión: el Sáhara Occidental no es moneda de cambio geopolítica
Decir que lo que ocurre en el Sáhara es un enfrentamiento entre Marruecos y Argelia es traicionar la verdad, la justicia y al pueblo saharaui. Es comprar el discurso del ocupante y negar la historia viva de un pueblo que no se ha rendido.
Esto no es un “problema regional”, ni una disputa diplomática entre Estados. Es la última causa de descolonización pendiente en África, reconocida por la ONU, sostenida por el pueblo saharaui, e ignorada por demasiados actores internacionales.
Desde este blog lo decimos con claridad: el único conflicto real es entre Marruecos y el pueblo saharaui. Todo lo demás son excusas, propaganda y complicidad.
Plataforma «NO TE OLVIDES DEL SAHARA OCCIDENTAL»
“Desmontando bulos contra el pueblo saharaui y el Frente Polisario” – 1
El Sáhara Occidental no es un “territorio en disputa”: es un territorio ocupado y sometido a dominación colonial por parte de Marruecos

En los últimos años, se ha instalado con fuerza en medios de comunicación, instituciones y discursos diplomáticos una fórmula engañosa para referirse al Sáhara Occidental: “territorio en disputa”. Esta expresión, aparentemente neutral, distorsiona la realidad que el derecho internacional y la jurisprudencia europea han dejado meridianamente clara: el Sáhara Occidental no es un territorio en disputa, es un territorio ocupado y pendiente de descolonización, sometido a una dominación colonial por parte del Reino de Marruecos.