El presidente francés Enmanuel Macron saluda a Mohamed VI, en una imagen de archivo. | EFE
La carta del presidente Macron publicada parcialmente por la prensa marroquí y en la que expresa la posición de Francia de apoyo a la propuesta marroquí de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental representa una expresión de claudicación ante las repetidas expresiones de chantaje y de amenaza por parte de Marruecos, lo cual además de las derrotas en las elecciones europeas y nacionales y del fracaso en su política neocolonial en el Sahel y en el África Occidental confirman la debilidad y la falta de visión de esta de esta administración.
Hoy Francia, desgraciadamente, está vacía de liderazgo y de influencia en un mundo en mutación. Su amistad no atrae y su enemistad no asusta. La cuestión del Sáhara Occidental no es un conflicto interno de Marruecos, ni un conflicto de fronteras; es una cuestión de descolonización que solo puede resolverse a través del ejercicio libre del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, como ya lo ha proclamado desde 1963 la Organización de Unidad Africana (Union Africana), desde las Naciones Unidas y como lo ha apoyado el Movimiento de No Alineados y como fue ratificado el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya en 1975 y la Corte Europea de Justicia desde el 2016, 2018, 2020 y 2021 en sus respectivas sentencias, siendo reafirmado por el Consejo de Seguridad desde 1991.
Hoy Francia, desgraciadamente, está vacía de liderazgo y de influencia en un mundo en mutación
Que un país o países apoyen la posición de Marruecos no altera la legalidad internacional. Es el pueblo saharaui el único dueño de su destino y por tanto el único legitimado en decidir qué solución le conviene. No son las empresas francesas, que presionan a Macron, las que deciden qué le conviene al pueblo saharaui.
La Francia amnésica hoy da la espalda a la legalidad internacional y se une, nuevamente, a la posición del país ocupante para descarrilar el proceso de descolonización y convertirlo en un problema interno de Marruecos, haciendo dejadez de sus responsabilidades de buscar la paz y cayendo en la estrategia expansionista y de aventura colonial marroquí contraria a los principios y al acta fundacional de la Unión Africana que fue firmada y ratificada por el rey de Marruecos y su parlamento, cuando retornó a la Organización africana el 30 de Enero de 2017.
Esta posición nos trae a la memoria que el gobierno francés ha sido el principal instigador de la ocupación del Sáhara Occidental por el ejército marroquí. En 1975, durante el gobierno de Giscard d’Estaing, ha participado en la campaña diplomática contra el reconocimiento internacional a la República Saharaui desde su proclamación y ha intervenido militarmente bombardeando nuestras fuerzas, con sus aviones Jaguar y dando cobertura con sus aviones Awacs y con sus satélites espía a la invasión marroquí de nuestro país. Sin embargo, gracias al genio militar y a las tácticas de los estoicos combatientes del Frente Polisario han fracasado en su aventura de ocupar todo el territorio y legitimar su ocupación de todo el territorio.
El gobierno francés ha sido el principal instigador de la ocupación del Sáhara Occidental por el ejército marroquí
Sin embargo tampoco Francia, en su momento, pudo impedir la derrota del ejército de Marruecos ni pudo impedir la captura de 4.000 prisioneros ni tampoco la destrucción de un gran número de aviones marroquíes mirage y F-5 ni la captura de 14 pilotos. Marruecos perdió la guerra en 1991, finalmente después de 16 años de guerra el rey Hasán II de Marruecos reconoció la existencia del pueblo saharaui y el reconocimiento de su derecho a la autodeterminación a través de un Referéndum libre y ello fue consagrado por la Asamblea General de Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad y es entonces cuando han adoptado, con un gran consenso internacional, un Plan de Arreglo y se creó la Minurso, como fuerza de paz y de organización del Referéndum.
Marruecos temeroso de perder el referéndum, tras la muerte del rey Hasán y la subida al trono de Mohamed VI buscó el apoyo de sus aliados encabezados por el presidente Chirac con el objetivo de bloquear el proceso. Hizo una propuesta de autonomía que nunca fue aceptada por el Consejo de Seguridad, ni sometida a debate por su incongruencia en un proceso de descolonización. Por ser una propuesta del país ocupante que no tiene prerrogativas para ello, porque la ocupación no es generadora de derechos.
Hoy, después de 30 años de espera y de letargo de Naciones Unidas y de un sin fin de violaciones del alto el fuego, se reanudó la guerra y el Frente Polisario empezó una guerra de desgaste el 13 de noviembre del 2020 y aquí está la madre del cordero. Porque la guerra intimida a los inversores y al saqueo que sufren nuestras riquezas naturales y Marruecos solo no puede enfrentar al Frente Polisario y las Naciones Unidas no pueden imponer un alto el fuego, porque hay un bloqueo del proceso. Ante esta situación Marruecos elige la huida hacia delante y por eso trata de aliarse con Israel y naturalmente con Francia que hasta ahora les apoyaba, pero con máscara de pacificador, desde el Consejo de Seguridad.
Ante esta situación Marruecos elige la huida hacia delante y por eso trata de aliarse con Israel y naturalmente con Francia
Marruecos cegado por el brillo de las minas de oro , de las riquezas de fosfato, pesca y de las energías verdes comete el mismo error que cometió en 1975 y se lanza a la aventura, bloqueando nuevamente el proceso de negociación, invitando a las inversiones internacionales a participar en el saqueo, pero les diremos que Marruecos solo quiere implicarles a financiar su espejismo de desarrollo y de guerra de ocupación. No hay guerras pequeñas; hay solo guerras en las que solo cosecharán la ruina y el desastre.
El pueblo saharaui fuerte de sus derechos y la experiencia acumulada en la anterior guerra y de la solidaridad de sus amigos vencerá, en esta nueva fase de su resistencia, por defender sus derechos a la libertad y a la soberanía.
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Omar Mansur es ex ministro de Interior de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Actualmente ejerce como representante de la RASD y el Frente Polisario ante la Unión Europea.
ARTÍCULO COMPLETO en: Francia se quita la máscara en el Sáhara Occidental