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El año pasado volé a Tindouf, una remota ciudad del desierto en el sur de Argelia que está rodeada por cinco campos de refugiados saharauis. El avión llevaba una mezcla incongruente de saharauis de rostro sombrío y trabajadores humanitarios españoles. (España tiene cientos de organizaciones humanitarias que envían voluntarios y donaciones a los campamentos, y llevan a niños saharauis a hogares españoles durante los calurosos meses de verano). En el aeropuerto un representante del Polisario me entregó una tarjeta de aterrizaje, en árabe, español e inglés, dándome la bienvenida a la República Árabe Saharaui Democrática. Un auto abollado me llevó al campamento de Smara, el más grande de los cinco, con unos cincuenta mil residentes. Subí una pequeña colina y vi casas y jaimas que se extendían hasta el horizonte. La ONU estimó recientemente que más de ciento setenta mil personas viven en los campamentos alrededor de Tinduf.
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Traducción del artículo completo en: Poemario por un Sahara Libre: ¿Uno de los conflictos más antiguos de África finalmente está llegando a su fin? Extenso reportaje sobre el Sahara Occidental en The New Yorker