Por Abdallah Bouna/ Analista politico mauritano
EDITORIAL
Una de las paradojas más extrañas del sistema internacional contemporáneo es que a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que se extiende sobre una superficie de 266.000 kilómetros cuadrados, se le sigue negando el puesto que le corresponde en las Naciones Unidas, mientras que docenas de países europeos, más pequeños en tamaño y población, gozan de pleno reconocimiento soberano y estatus en la comunidad internacional.
El Sáhara Occidental, con su gran historia antigua y moderna, y la renovada lucha de su pueblo contra la ocupación marroquí durante medio siglo, y antes de eso la lucha contra el colonialismo español, hasta cuándo el hipócrita Occidente cerrará los ojos ante él y lo hará demasiado grande para ser visto.
No es una cuestión de «derecho», «número» o «superficie», sino un espejo que refleja el desequilibrio de la justicia internacional cuando choca con los intereses de las viejas potencias coloniales.
El Sáhara Occidental es más grande que Gran Bretaña
El Reino Unido, con su potencia nuclear y su asiento permanente en el Consejo de Seguridad, sólo tiene 243.610 km², menos que el Sáhara Occidental y equivalente al tamaño de la entidad sionista.
La ironía es cruda: Un país más pequeño monopoliza el poder de veto en la institución más peligrosa de la ONU, mientras que todo un pueblo se ve privado de un escaño en la Asamblea General. ¿No es esto un signo de la disfuncional estructura del sistema internacional?
Países europeos más pequeños que un estado saharaui.
Europa está llena de «microestados»:
Mónaco (2 km²)
San Marino (61 km²)
Liechtenstein (160 km²)
Malta (316 km²)
Andorra (468 km²)
Luxemburgo (2.586 km²)
Si sumamos países del tamaño de Eslovenia, Albania, Bélgica, Países Bajos, Suiza y Dinamarca (sin Groenlandia), el Sáhara Occidental los supera a todos en superficie.
Ningún país europeo ha organizado marchas verdes o amarillas o de cualquier color para ocupar a sus vecinos más pequeños.
En el mundo árabe
El Sáhara Occidental es más grande que seis países árabes juntos: Kuwait (18.000 km), EAU (83.000 km), Qatar (10.000 km), Líbano y Bahréin.
Está poblado por más ciudadanos que los EAU, y tres veces más que Qatar.
La paradoja numérica y política
La población de la República Saharaui, con más de 1,2 millones de habitantes, es varias veces superior a la población total de los microestados europeos. Sin embargo, se dice que los saharauis son «una minoría que no justifica un Estado». Argumentos endebles que cayeron ante la realidad cuando se dotó a países del tamaño de una «ciudad» de bandera, sede y soberanía absoluta.
Doble rasero europeo
Europa, que ha reconocido Mónaco (2 km²) y San Marino (61 km²), da largas a la cuestión del Sáhara Occidental con débiles argumentos sobre la «estabilidad» y el «potencial». Como si la estabilidad no fuera cuestionable en los Balcanes cuando nació Kosovo y se desmanteló Yugoslavia, o el potencial no fuera mínimo cuando se reconoció a Malta o Liechtenstein.
Aquí es donde aparece la verdadera cara: La cuestión no es el tamaño o la población, sino el veto francés, los cálculos de Madrid y París, la política de engaño en el Magreb y el norte de África, y el hecho de que el Sáhara Occidental siga siendo una zona abierta para el gas, el fosfato y las apuestas del Océano Atlántico.
Las riquezas y la profundidad estratégica del Sáhara Occidental
Además de espacio, población e historia, el Sáhara Occidental posee un tesoro estratégico que lo convierte en uno de los territorios más valiosos de África:
La mina de Bucraa: La mayor mina de fosfato del mundo, con unas reservas que superan los dos mil millones de toneladas, lo que representa una parte importante de las reservas mundiales.
1.100 kilómetros de costa atlántica, uno de los caladeros pesqueros más ricos del mundo, que forma con Mauritania lo que se conoce como el «Triángulo de Oro.
Enorme potencial de petróleo y gas en tierra y mar, confirmado por recientes estudios sísmicos, dentro de la misma extensión geológica que llevó a Mauritania y Senegal a descubrir gigantescos yacimientos de gas.
El enorme potencial de las energías renovables (eólica y solar) hace que la región sea capaz de convertirse en un centro energético global.
Estas riquezas no sólo dan al Sáhara Occidental los elementos de un Estado natural, sino que también lo convierten en un actor económico fundamental si las Naciones Unidas lo reconocen y le otorgan plena soberanía.
Comparación con la Palestina ocupada
La paradoja no se detiene sólo en las fronteras de Europa. Palestina, que aún vive bajo ocupación sionista, es Estado observador en las Naciones Unidas desde 2012, a pesar de que su superficie no supera los 27.000 kilómetros cuadrados, casi diez veces menor que el Sáhara Occidental.
Si el pueblo palestino, mientras está bajo ocupación directa, ha recibido un reconocimiento simbólico de su entidad política, entonces ¿con qué lógica se priva al pueblo saharaui del reconocimiento de su Estado, ya que posee un territorio más amplio, una legitimidad jurídica más clara y una organización regional que lo ha reconocido durante décadas (la Unión Africana)?
Es un doble rasero expuesto, la lógica de la fuerza gobierna en lugar de la fuerza de la lógica, y los intereses de París y Madrid ¿Y sus aliados, con una doble visión y estándares y un error de juicio sobre la situación?
El Sáhara Occidental es hoy un espejo de un orden internacional incapaz de cumplir sus pactos. La misma comunidad internacional quien dejó que Gaza pereciera y muriera de hambre, y es quien se prepara para un incendio mayor en el lado del sur de Europa. Cree que lo controlará, pero estos cálculos son completamente erróneos, como los de Gaza y Ucrania, con la diferencia.
El infierno que se esconde bajo el volcán del desierto hará fluir lava en todas direcciones, a menos que el mundo preste atención a la importancia de hacer justicia al pueblo saharaui.
Si las Naciones Unidas izaron las banderas de Mónaco, Andorra y San Marino, y si la Palestina ocupada recibió un reconocimiento simbólico, ¿con qué lógica el sistema internacional mantiene la bandera de la República Saharaui fuera del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York?
Los saharauis se lo merecen.
Origen: ¿Por qué la República Árabe Saharaui no es miembro de las Naciones Unidas? – ECSAHARAUI