Por TRT World
Madrid (ECS). – Los cambios repentinos en las mareas geopolíticas y las prioridades relativas a la seguridad han tensado las relaciones diplomáticas, que alguna vez fueron muy estrechas entre Argel y Washington. El pasado 17 de diciembre, un funcionario estadounidense abordó, en una rueda de prensa, el conflicto del Sáhara Occidental y la normalización de las relaciones entre varios estados árabes e Israel. “Hemos trabajado para fortalecer los Acuerdos existentes de Abraham, y estamos trabajando en silencio pero con mucha asiduidad para expandir estos Acuerdos. Y entonces, estas cosas toman algo de tiempo, pero son en gran medida nuestro enfoque», dijo el funcionario norteamericano.
Ese lenguaje adoptado por Washington sólo puede enfurecer aún más a los argelinos y contribuir a una creciente fricción entre Argelia y Estados Unidos; Argel considera que algunas de las políticas de las administraciones de Trump y Biden en el norte de África y Oriente Medio son perjudiciales para sus intereses vitales.
El conflicto del Sáhara Occidental, los Acuerdos de Abraham, la crisis de Siria y el programa nuclear de Irán son algunos de los problemas regionales más sensibles en los que Argel y Washington tienen serios desacuerdos. No obstante, una variedad de factores hacen que tanto Argelia como Estados Unidos necesiten el uno del otro.
Las relaciones entre Argelia y Estados Unidos.
Durante la presidencia de George W. Bush, Argel y Washington han desplegado su diplomacia para fortalecer las relaciones diplomáticas. A mediados de 2001, el ex presidente de Argelia Abdelaziz Bouteflika fue el primer jefe de Estado de Argelia en visitar Washington en 15 años. Inmediatamente después de los ataques del 11 de septiembre, Estados Unidos consideró a Argelia como un Estado con una larga experiencia en la lucha contra el terrorismo y, por lo tanto, útil para Washington como socio en la lucha contra Al Qaeda. Argel proporcionó a Washington inteligencia, convirtiéndose en un socio antiterrorista fundamental para la administración Bush en su guerra contra el terrorismo yihadista.
Durante la presidencia de Barack Obama, Washington tuvo que lidiar con grupos extremistas en Libia como Daesh. En otras partes del vecindario, como Argelia, Mali y Túnez, hubo operaciones terroristas mortales organizadas por parte de facciones armadas como Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Dada toda esta caótica inestabilidad y violencia en la región, la administración Obama tenía sus razones para mantener buenas relaciones con Argelia.
Pero, como explicó Jalel Harchaoui, investigador principal de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, con Daesh perdiendo el control sobre la ciudad libia de Sirte a fines de 2016 y la disminución de la amenaza terrorista en el Magreb desde la perspectiva de Washington, Estados Unidos ha comenzado prescindir poco a poco del papel de Argel en la lucha contra el terrorismo yihadista.
Los Acuerdos de Abraham
La decisión de Trump del 10 de diciembre de 2020 de reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental a cambio de que Rabat normalizara las relaciones con Israel, fue algo problemático para Argelia. Argel fue tomada por sorpresa cuando Trump les entregó a los marroquíes lo que habían soñado durante décadas. Fue un avance diplomático irreversible para Marruecos, explicó Harchaoui: «Joe Biden, un demócrata, entra en la Casa Blanca [en enero de 2021] y acepta la controvertida decisión [del Sáhara Occidental] de Donald Trump».
Argelia, que tiene una población muy pro-palestina, se ha sentido incomoda tras la formalización de las relaciones marroquí-israelíes. Se ha esforzado por dejar en claro su oposición a los Acuerdos de Abraham y su extensión a otros países de mayoría musulmana.
Sin duda, hay dinámicas ideológicas en juego. Sin embargo, también hay consideraciones prácticas relacionadas con la seguridad nacional de Argelia.
“La alianza de Israel con Marruecos podría significar que, a largo plazo, Rabat se convierte militarmente superior a Argel y dominante de la región”, opina en declaraciones a TRT Riccardo Fabiani, director del proyecto de África del Norte para International Crisis Group. «Los argelinos temen volverse vulnerables a Marruecos e Israel a largo plazo, si estos dos Estados continúan cooperando».
Siria también es un punto de discordia.
Argelia está decidida a que Siria vuelva a la Liga Árabe. Tras haber adoptado una posición progubernamental sobre la crisis siria hace años, Argelia favorece firmemente la reintegración del gobierno de Damasco en el redil diplomático de la región árabe. El gobierno de Estados Unidos se opone firmemente a cualquier esfuerzo por legitimar al presidente Bashar al Assad y sigue pidiendo a los Estados árabes que resistan la tendencia actual hacia la reormalización de las relaciones con Damasco.
Guerra de narrativas en Occidente
A medida que se consolida la alianza Tel Aviv-Rabat, hay marroquíes e israelíes —así como voces neoconservadoras en Washington— que acusan a Argelia de supuestamente ayudar a patrocinar las actividades iraníes en la región. La narrativa es que Argelia se está convirtiendo en un escape para la conducta iraní en el Sahel y otras partes de África.
Hay una cantidad significativa de propaganda, exageración y ficción en estas afirmaciones sobre el patrocinio de Argel de actores no estatales respaldados por Irán en toda África, pero tienen propósitos específicos.
“Las acusaciones formuladas contra Argelia de cooperar con Irán y su red de representantes en la región, han sido frecuentes pero en su mayoría sin fundamento y claramente instrumentales, ya que han sentado progresivamente las bases para el realineamiento regional que estamos presenciando hoy”, afirmó en declaraciones a TRT World el Dr. Umberto Profazio, Asociado Miembro del IISS y Analista del Magreb en la Fundación del Colegio de Defensa de la OTAN.
«Los informes sobre Hezbollah armando el Frente Polisario, por ejemplo, han anticipado la decisión de Marruecos de romper los lazos con Irán en 2018, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid, ha acusado a Argelia de acercarse a Irán durante una visita a Rabat este verano».
Sin embargo, es poco probable que Argelia trabaje con Teherán de esa manera considerando que el país del norte de África está dominado por un poderoso ejército que desconfía del Islam político, particularmente desde la ‘Década Negra’ de la década de 1990, que acabó en una brutal guerra civil entre el gobierno y varios grupos islamistas.
Al no haber invertido en cabildeo en Estados Unidos, se podría argumentar que Argelia está en desventaja junto a otros países de la región que lo han hecho. Si países como Israel, Marruecos y / o los Emiratos Árabes Unidos quieren atacar a Argelia con una campaña de desinformación sobre las relaciones argelino-iraníes, no hay una refutación real en defensa de Argel contra tales acusaciones en las capitales occidentales.
“Básicamente puedes decir lo que quieras. Muchos países, centros de poder y tomadores de decisiones van a creer lo que sea que consigas publicar. No hay contraataque”, dijo Harchaoui. “No hay ningún costo [acusar a Argelia de trabajar con Irán]. De hecho, hay una recompensa. Habrá un montón de políticos que tienden a creerlo, o al menos actuar como si fuera verdad».
Variables internacionales
Argelia ha reaccionado solo levemente a las decisiones de política exterior de Estados Unidos que enfurecen a Argel, en parte debido a problemas en las relaciones argelino-francesas. «La principal razón detrás de la moderación de Argelia frente a Washington debe encontrarse en su deseo de mantener los lazos con sus socios occidentales», dijo el Dr. Profazio. «En un momento en el que las relaciones de Argel con Francia están en su punto más bajo, alienar a los Estados Unidos también resultaría costoso en términos diplomáticos, lo que resultaría en un aislamiento cada vez mayor en el panorama regional e internacional».
Al mismo tiempo, Estados Unidos quiere evitar que Argelia se acerque aún más a China y Rusia, dos potencias que han construido fuertes relaciones comerciales y militares con Argel. E incluso si Estados Unidos otorga menos valor a Argelia como socio antiterrorista ahora en comparación con la era Bush, la causa común contra ciertos grupos armados en África continuará, dando a Argel y Washington motivos para mantener la cooperación en defensa.
Tales factores sugieren que, si bien ha habido retrocesos en las relaciones entre Argelia y Estados Unidos en los últimos meses y años, este daño no es irreparable.
Fuente: TRT World.
Origen: ¿Por qué las relaciones entre Argelia y EE.UU están en su punto más bajo en años?