Lunes 10 de marzo, a las 7h de la tarde, en #Madrid, #LuisPortillo presentará su libro
EN DEFENSA DE LA CAUSA SAHARAUI – Testimonios de denuncia, resistencia y solidaridad»,
recopilatorio de artículos y cartas suyas que recorren los distintos aspectos de la ocupación . pic.twitter.com/9JO8IPDFLA— @Polisario_Madrid (@DeleSaharauiCAM) March 8, 2025
El libro se va a presentar este lunes 10 de marzo en la capital española, Madrid. La obra es un recopilatorio de artículos y cartas suyas que recorren los distintos aspectos de la ocupación y transmiten la necesidad de justicia para el pueblo saharaui.
Sobre este tema reproduzcamos de forma íntegra la entrevista del autor concedida a Kaosenlared:
Entrevista a Luis Portillo: «Cada saharaui lleva el ansia de libertad e independencia en sus entrañas»
Publicado el 9 de marzo de 2025 / Por Diana Cordero
Kaosenlared: ¿Qué te impulsó a escribir «En defensa de la causa saharaui»?
Luis Portillo: En defensa de la causa saharaui es una recopilación de buena parte de los artículos que he venido publicando desde hace más de 15 años sobre el Sáhara Occidental y la lucha del pueblo saharaui. Estaban desperdigados por multitud de sitios de Internet, que a veces los han publicado de forma simultánea o sucesiva, lo que demuestra la popularidad y transversalidad de esta noble causa. Algunos de esos trabajos han vuelto a ser publicados espontáneamente en fecha reciente, como si fueran actuales. Y, efectivamente, lo siguen siendo, porque la situación del Sáhara Occidental no ha cambiado. Sigue enquistada por la ocupación marroquí de gran parte del territorio saharaui. Consideré que agrupar esos trabajos en una publicación monográfica evitaría su dispersión y desconocimiento y podría convertirse en una buena herramienta de apoyo a la justa lucha del pueblo saharaui.
Y me pareció pertinente titularlo así, En defensa de la causa saharaui, porque el Pueblo Saharaui ha sido y sigue siendo objeto de constantes ataques por parte de quienes pretenden negar sus derechos inalienables, su existencia como pueblo, su identidad nacional, y tratan de denigrar la justa causa de ese pueblo hermano y, en particular, el liderazgo del Frente POLISARIO (Frente Popular para la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro), Movimiento de liberación nacional del Sahara Occidental y legítimo representante del pueblo saharaui, que nació como respuesta a una larga historia de resistencia contra el colonialismo y la dominación extranjera.
Kaosenlared: Viviste en el Sáhara Español en la década de 1960 y has visitado los campamentos de refugiados saharauis. ¿Cómo han influido estas experiencias en tu perspectiva sobre el conflicto?
Luis Portillo: Viví en El Aaiún, la capital, a principios de la década de 1960, con catorce años; y en Villa Cisneros (actualmente, Dajla), a finales de la misma, cuando empezaba mis estudios universitarios en la Península, por lo que solo podía desplazarme allí en los veranos. Seguramente, eran los tiempos dorados del colonialismo español, paternalista y militarista, después de haber liquidado la insurgencia saharaui mediante la operación militar conjunta franco-española Teide / Écouvillon (1958), de la que nada supimos entonces. Ahora tampoco se sabe mucho más, pero al final del libro hay un mapa muy aclaratorio de esa operación.
Como digo, para nosotros, jóvenes e hijos de los militares que allí mandaban, fueron años de rosas. Convivíamos pacíficamente con la población saharaui, sin apenas ser conscientes de su humillante discriminación y ausencia total de ‘integración’. Vivían en un gran campamento de jaimas (frig) en las afueras de la ciudad. Nos paseábamos tranquilamente por allí y disfrutábamos de su hospitalidad tomando el té en sus jaimas, que nos ofrecían a jóvenes y mayores con toda la amabilidad de su mundo. Pero, por ejemplo, apenas había algún estudiante saharaui (como era el caso de Ahmed Bujari, futuro diplomático y representante del Frente POLISARIO ante Naciones Unidas) y, entre otras discriminaciones, tenían prohibido acercarse a la piscina para españoles o poner un pie en el ‘Casino de Oficiales’… En mi época, al menos, España no mostró ningún interés en promocionarlos, salvo la fachada, el colorido ‘exótico’ de unos pocos jefes tribales en las Cortes franquistas. Aquello era, simplemente, una colonia militar, plenamente jerárquica, estamental y clasista. Aunque debo aclarar –porque esta asignatura no se estudia en la escuela ni en la Universidad–, que España no entró en el Sáhara por la fuerza, con violencia, como haría después Marruecos, sino mediante un acuerdo con los habitantes a cambio de protección frente a otras potencias; protección que, a la hora de la verdad, el Gobierno español les negó.
Como jóvenes, disfrutamos muchísimo de la belleza, de los múltiples atractivos del desierto y de la amabilidad de sus gentes. Eso se le mete a uno muy dentro, y para toda la vida. El saharaui es un ser muy noble y hospitalario, con señorío, son los señores del desierto, libre, infinito.
Cuando muchos años después, en el invierno de 2007-2008, visité los Campamentos de Refugiados en Tinduf (Argelia), al tercer día me puse enfermo, triste, con una enorme congoja, no podía ni comer. Ellos sabían y cuidaban el idioma español; nosotros, ni una palabra de hasanía, su lengua. Sentí una enorme indignación y vergüenza al presenciar tan de cerca la situación en que España los había dejado tirados, entregados al enemigo marroquí atados de pies y manos, en medio de la hamada, sin agua, sin luz, sin nada… Pero constaté cómo se levantaban del suelo –como decía Saramago–, humildes, absolutamente empobrecidos, pero con toda su dignidad y su absoluta determinación de seguir luchando contra todos los obstáculos por su libertad e independencia.
Fue muy impactante, quedé traumatizado. A mi regreso a Madrid, a mi familia, mi trabajo, a mi vida corriente con agua y electricidad, con Seguridad Social y todos eso…, creo que estuve al menos un año entero esquizofrénico, con dos sociedades y dos vidas en mi cabeza. Todo se había quedado grabado (y en parte, sigue). Por ejemplo, cuando hablaba con alguien, veía a los que había dejado en Tinduf y pensaba aquello de “¡deprisa, deprisa, hay otros que esperan!”, como decía el personaje de la novela de Elia Kazan, América, América. Creo que fue entonces cuando decidí dedicar mi tiempo y esfuerzos a esta causa, que es una causa justa, que simplemente busca Justicia, imprescindible para una Paz digna de tal nombre.
Kaosenlared: En tu opinión, ¿cuáles son los principales obstáculos para la resolución del conflicto del Sáhara Occidental?
Luis Portillo: Marruecos, en primer lugar, que fue el invasor a sangre y fuego, violando impunemente la legalidad internacional, las resoluciones de la OUA, primero, y de la ONU después, poniendo todo tipo de trabas al proceso de descolonización iniciado por España, rompiendo el acuerdo para llevar a cabo un referéndum de autodeterminación, intoxicando al mundo con su propaganda anti saharaui y obligando al Frente POLISARIO a reanudar la guerra, a pesar de unas condiciones inmensamente desfavorables.
Pero también, el Consejo de Seguridad de la ONU, que se niega a cumplir y hacer cumplir la ley al Estado delincuente, gracias al veto de Francia y Estados Unidos.
El resto de la llamada comunidad internacional son meros figurantes o comparsas.
Kaosenlared: ¿Cómo evalúas el papel de España en el conflicto del Sáhara Occidental a lo largo de la historia y en la actualidad?
Luis Portillo: Simplemente nefasto. Digamos que los primeros tiempos, los de los exploradores y los de quienes hacían acuerdos con las tribus saharauis, fueron tiempos aceptables, dentro de la ‘lógica’ de la Conferencia de Berlín (1884-1885) o ‘Reparto de África’. España se mantuvo en la zona costera del Sáhara hasta 1934. Curiosamente, fue en esa fecha, con la Segunda República, cuando, presionados por los intereses franceses, los militares españoles empezaron a adentrarse y establecer posiciones en el interior del territorio.
Después, ya con la dictadura franquista, el Sáhara se convirtió en un gran cuartel, fiel reflejo de la España dictatorial, clasista y carca. Como ya he dicho, los gobiernos españoles apenas se molestaron en promocionar a los saharauis. Empezaron a hacerlo muy tarde, demasiado tarde ya… Precisamente el mandato de la ONU a las potencias coloniales es formar y preparar a la población para su posible independencia. España, bajo Franco, se estuvo escaqueándose durante bastante tiempo (como Portugal), convirtiéndola en la Provincia 53, una ‘conversión’ de la que ahora también pretenden escaquearse nuestros gobernantes progresistas.
Kaosenlared: ¿Qué papel debería desempeñar la comunidad internacional, especialmente la ONU, para lograr una solución justa y duradera?
Luis Portillo: La ONU, que surgió para preservar la Paz tras la Segunda Guerra Mundial, lo tendría muy fácil. Bastaría con que aplicase el Capitulo VII de la Carta (imposición de una decisión a las Partes, incluso mediante el uso de la fuerza), en lugar de contentarse con el Capítulo VI (arreglo pacífico de controversias), como ha hecho hasta ahora, dejando que las Partes “se pongan de acuerdo”, ¡invasor e invadido! No es tan difícil, el Capítulo VII ya se aplicó, por ejemplo, para el caso de Kuwait (porque su petróleo interesaba a Estados Unidos, como en otros lugares). Y también podría servir de ejemplo el precedente de Timor Oriental, antigua colonia de Portugal que fue invadida por Indonesia en el mismo año que el Sáhara Occidental, en 1975. La sociedad civil se movilizó y el Gobierno portugués y la ONU propiciaron el referéndum de autodeterminación. Hoy Timor Oriental es una gran nación, políticamente libre e Independiente. Por el momento, esta vía se le niega al Sáhara Occidental. Nuestra sociedad civil está anestesiada.
Kaosenlared: ¿Cómo describirías la situación actual en los territorios ocupados y en los campamentos de refugiados?
Luis Portillo: En la zona ocupada por Marruecos –que se apropió incluso de la parte Sur que reivindicaba Mauritania tras los ignominiosos Acuerdos Tripartitos–, por lo poco que sabemos, la situación para los saharauis no colaboracionistas con el régimen de ocupación es francamente mala, sin ningún tipo de derechos y machacados y reprimidos constantemente. Por eso las autoridades marroquíes cierran a cal y canto las fronteras y expulsan ipso facto y sin contemplaciones a todo el que se acerque a enterarse de algo, salvo los que vayan a cantarle alabanzas al régimen alauita de ocupación, como los señores Rodríguez Zapatero, Bono o López Aguilar, socialistas de los de carné, que defienden la invasión marroquí, un crimen de guerra, y que ni siquiera se han tomado la molestia de visitar al medio centenar de presos políticos saharauis que se pudren en las mazmorras marroquíes, los presos del Campamento de la Dignidad, Gdeim Izik, algunos con cadena perpetua por manifestarse pacíficamente en defensa de su derecho a la autodeterminación… Ni siquiera dejaron entrar a Ban Ki-moon, que era el secretario general de la ONU. Y hasta Staffan de Mistura tuvo que hacer mucha penitencia para que le dejaran entrar en el territorio saharaui ocupado, ¡al Representante del SG de la ONU!
La situación actual de los Campamentos la desconozco personalmente, porque ya no estoy en condiciones físicas para muchos trotes. Pero sí la conozco por los compañeros y amigos que van y vienen con frecuencia. No es una situación fácil, sino muy difícil, porque ya hay varias generaciones que han nacido allí, que no conocen su patria y que no vivieron los tiempos heroicos de la guerra contra el invasor, pero que ahora se enfrentan a una reanudación de la guerra desde la violación del alto el fuego por Marruecos en Guerguerat, en el Sur del Sáhara, en noviembre de 2020. Las condiciones climáticas son extremadamente duras, les restringen continuamente la escasa ayuda alimentaria (migajas) y los jóvenes formados y con estudios no pueden realizarse allí. Ni ellos ni nadie. Eso ya lo sabía Marruecos cuando los persiguió bombardeándolos hasta la frontera argelina (¿os suena lo de Gaza?), que pretende quebrar así la Resistencia y la solidaridad del amplio movimiento de solidaridad internacional. No lo van a conseguir. Me ha sorprendido el espíritu de lucha y la determinación de los jóvenes saharauis que he conocido y que siguen militando allí por donde pasan. Cada saharaui lleva el ansia de libertad e independencia en sus entrañas. A ellos sí les suena eso de “deprisa, deprisa; hay otros que esperan” (Elia Kazan).
Kaosenlared: ¿Qué escenarios vislumbras para el futuro del Sáhara Occidental y qué papel puede jugar la sociedad civil en la defensa de la causa saharaui?
Luis Portillo: Estamos pasando unos tiempos muy malos, terribles, desde que el incalificable presidente Trump se saltó la legalidad internacional, 80 años de Naciones Unidas, para declarar por su cuenta, ¡mediante un tuit!, la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Israel y Marruecos se han envalentonado, y Sánchez y Macron se han apuntado a lo más fácil, en lugar de ponerse del lado correcto de la Historia y defender el derecho del pueblo saharaui. Esa decisión, jurídicamente no significa nada, no modifica la naturaleza jurídica del Sáhara Occidental. Y, a pesar de ello, el Frente POLISARIO ha conseguido una victoria decisiva en los tribunales de la Unión Europea, en la máxima instancia judicial de la UE. Cuatro o cinco sentencias sucesivas que, una y otra vez, han reiterado que Marruecos y el Sáhara Occidental son dos territorios distintos y separados, y el TJUE ha anulado los acuerdos pesquero y agrícola de la UE con Marruecos por haber sido realizados a espaldas del pueblo saharaui y sin el consentimiento de éste. Ya en 1975, y a petición del mismísimo Marruecos, la Corte Internacional de Justicia de La Haya, dictaminó que ni Marruecos ni Mauritania tenían soberanía territorial sobre el Sáhara Occidental. Así que, por si no estaba suficientemente claro, más de lo mismo. Y a pesar de Donald Trump, Pedro Sánchez, Emmanuel Macron y demás chovinistas galos u otros.
Respecto al papel de la sociedad civil, en realidad tiene todo el papel que jugar, porque, como han dicho los propios saharauis desde Mariem Hassan, “no esperamos nada de los gobernantes españoles”, ni –añado yo—del Partido Socialista, convertido, en lo que atañe al Pueblo Saharaui, en un partido basura, impropio de su nombre, traidor contumaz, una y otra vez, se han quitado la careta. Como dijo Miguel de Unamuno, “Podréis vencernos, porque tenéis la fuerza, pero no convencernos”. Y la mayor parte de los saharauis no tienen una tesis doctoral, ni un negro que se la escriba. Pero tienen honradez y determinación. Y buscan Paz, Justicia y Libertad para el Pueblo Saharaui.
Y aquí, la sociedad civil, tiene un enorme papel que realizar y que puede llevar a cabo perfectamente. Porque ya ha estado movilizada muchas veces por causas nobles. Igual que se movilizó y derrotó al invasor francés, el ejército más poderoso del mundo en aquel entonces. No lo hicieron ni los poderes del Estado, ni los gobernantes, ni el Ejército; lo hizo el pueblo español. También lo hizo el pueblo de Timor, junto a la movilización de la sociedad civil portuguesa, en particular, las asociaciones religiosas de base, que en España aún no se han movido por el pueblo saharaui, y que al parecer no ven esta gran injusticia. La sociedad civil debe hacer suya esta causa, igual que lo hizo en su momento contra la guerra de Irak. Aquí hay trabajo para todos y hay mucho que hacer. Desgraciadamente, en este terreno tenemos que luchar contra las insidias de nuestros gobernantes y exigirles que no hagan más cesiones ante los chantajes de Marruecos y las declaraciones unilaterales del magnate Donald Trump.
Kaosenlared: En tu libro nos hablas del Lobby pro-marroquí español, ¿Qué nos puedes decir acerca de este lobby? ¿Piensas que tiene influencia en la sociedad española?
Luis Portillo: Muchísima influencia. Venían ‘trabajando’ en ello de forma soterrada, solapadamente. Pero ahora desde la proclama unilateral de Donald Trump, se han envalentonado, se han quitado la careta y se han tirado a la piscina. Y eso, para ellos y por ellos, tiene muy difícil vuelta atrás. Es la huida hacia adelante. Están pringados hasta el tuétano. Ahí tienes al trío Zapatero-Bono-Fernández Aguilar cantando las maravillas de la anexión ilegal de Marruecos después de 50 años de resoluciones de Naciones Unidas y de aquellas flores de “mi Partido estará con vosotros hasta la victoria final” con las que Felipe González consiguió el Poder y la Gloria y, después, si te he visto no me acuerdo. ¡Claro que tienen influencia! Se han apoderado del otrora prestigioso Partido Socialista, adormecen a la sociedad, controlan medios de comunicación, informativos. Ahora no solo desmovilizan, sino que movilizan contra el pueblo saharaui, se alían con los desertores… Antaño España creó el PUNS para quedarse, de una u otra manera, con la Provincia 53. Ahora Marruecos ha creado el MSP para quedarse con sus Provincias del Sur. Tanto el uno como el otro, liderados por un traidor a su pueblo, cobrando del erario público, de España en un caso, de Marruecos en el otro, con fondos regalados por España y la UE.
Pero no dispongo de tiempo para desgranarlo todo aquí y ahora. En el libro tengo al menos tres artículos específicos sobre el lobby promarroquí. El primero, yo diría que casi pionero, del año 2008 (“El lobby promarroquí en acción); otro de 2018, calificando a los lobistas de quinta columna; y otro, de 2019, desvelando el trasfondo de la visita borbónica a Marruecos. Yo creo que es un tema muy importante, fundamental para entender lo que esta gente se trae entre manos, en qué lugares, con qué fondos, a qué bolsillos va la pasta, etcétera, etcétera. Son como una logia, con largos y poderosos tentáculos, como los que pergeñan los acuerdos con la UE en Bruselas o cuidan nuestra embajada en Rabat, Sr. Luis Planas, Sr. Moratinos, Sr. ZP, Sra. Ana de Palacio, Sra Mª Antonia Trujillo, Sra. Mª Teresa Fernández de la Vega, sin olvidar al “váyase, Sr. González”, claro…
Pero es mejor que la gente lea esos artículos, que, en realidad, son solo “para abrir boca”, porque hay mucha tela que cortar y muchas sombras que investigar. Pero mucha información al respecto no solo está en mi libro (por cierto, muy caro, y no precisamente por mí), sino en Internet. Ahí también hay mucho trabajo que hacer
Kaosenlared: ¿Por qué consideras que este libro es importante para el lector o lectora actual?
Luis Portillo: Es que, modestamente, es importante hasta para mí, que soy el autor. Contiene unos 120 trabajos, que se dice pronto, escritos a lo largo de tres lustros en numerosos medios y complementados con abundantes notas y referencias bibliográficas. Todo agrupado y a mano. Muchos de los artículos siguen siendo actuales, pese al manotazo de Trump. Creo que con el Índice y la Introducción se puede tener una idea bastante aproximada del contenido. Y si al lector le interesan los dos o tres primeros artículos, seguramente se va a llevar muy bien con el resto.
Desde el principio, desde la Portada misma, he querido dejar bien claro que el libro puede ser una valiosa herramienta para apoyar la muy noble y muy justa Causa Saharaui. No es “una joya literaria” para la Biblioteca Real, pero a lo mejor a Don Felipe (y a su Corte y adláteres) le vendría bien echarle un vistazo para enterarse de lo que hizo su Real Papá con el pueblo saharaui. Y, de paso, aconsejara a Pedro Sánchez que se bajara los humos y se diera un garbeo por las mazmorras marroquíes (si Su Majestad Alauita le deja entrar, claro), a ver cómo languidecen y se pudren aquellos a quienes el Real Emérito iba a defender hasta con la última gota de su Real Sangre Azul.
Kaosenlared: ¿Quieres agregar algo más, Luis?
Luis Portillo: Si, ¡Viva el Sáhara Libre e Independiente!
Origen: Presentarán nuevo libro sobre la causa saharaui | Sahara Press Service (SPS)