La asociación duranguesa celebra su redondo aniversario mañana en Landako Gunea, con música y un concurso de paellas
Comenzó su andadura en 2013 trayendo a ocho niños saharauis con diversidad funcional al campamento de acogida de Izurtza. Hoy, diez años después, Río de Oro cuenta con cinco proyectos y un centenar de voluntarios que colaboran en cuerpo y alma por ayudar a los refugiados en Tinduf (Argelia). «Cuando empezamos eramos un grupo de personas de unos 23 años y mucha ilusión, pero no teníamos tanto conocimiento ni experiencia. La ONG de ahora es mucho más profesional y eficiente, aunque eso no quita a que sigamos cuidando todo desde un entorno familiar y la colectividad», asegura su coordinador, Mikel del Arco. Para celebrar el décimo aniversario de la asociación, se ha organizado una gran fiesta para mañana en Landako Gunea, donde no faltarán conciertos de música, un concurso de paellas y exhibiciones de bailes y cultura saharaui.
La misión de Río de Oro está orientada a la población refugiada de Tinduf. Luchan por mejorar sus condiciones con el objetivo de «dignificar» sus vidas y lograr el «reconocimiento» y la «justicia» que se merecen. Cuentan para ello con cinco proyectos entre los que se encuentran la ‘caravana solidaria’; un programa que proporciona ayuda alimentaria básica a todas las personas que residen en estos campamentos Por otro lado, la asociación ofrece la iniciativa ‘vacaciones en paz’ con el propósito de acoger temporalmente a niños y niñas procedentes de los campamentos de refugiados en Tinduf. ‘Edaal etxea’ por su parte, es un piso de acogida ubicado en Ermua y que está abierto todos los días del año para evacuar a los niños saharauis que tienen problemas de salud junto a sus madres. «Una vez se les trata la enfermedad, regresan a los campamentos», explica Del Arco. La siguiente dinámica trata sobre un festival de cine que se suele celebrar en Durango y que está enfocado en la sensibilización a la ciudadanía. Y como no mencionar su proyecto «más mágico», el corazón de Río de Oro, el campamento de acogida con el que comenzó toda esta aventura solidaria. «Está situado en Izurtza y está dirigido a niños y niñas con diversidad funcional, ya sea física, psíquica o sensorial. Es, de verdad, algo precioso y animamos a la gente a que se apunte como voluntario. El plazo está abierto hasta el día 30», agrega.
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