Sáhara: cuando la lucha pacífica es tu condena | Cuarto Poder

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  • «Mohamed Nafaa Boutasofra caminaba por las calles de El Aaiún y de repente ya no estaba. Unos señores encapuchados (policía marroquí) lo secuestraron»
  • «Sultana Khaya, en Bojador, sostuvo su ojo en las manos tras una paliza en plena calle en 2006. Lo perdió. El 13 de febrero le lanzaron un azulejo a la cabeza que casi le hace perder el otro»
  • «Son personas en un país robado, vendido, ocupado, saqueado y silenciado, cuyo único delito ha sido luchar con una bandera y con un grito: ¡Sáhara Libre!”

 

 

Mohamed Nafaa Boutasofra caminaba por las calles de El Aaiún y de repente ya no estaba. Unos señores encapuchados (policía marroquí) lo secuestraron. Pasaron 10 horas, la familia se entera por un testigo, la familia no sabe nada, la familia no conoce el centro de detención, la familia no puede ni  preguntar.

A Ghali Bouhala se lo llevaron detenido comandos de la policía en El Aaiún. Tras eso allanaron la casa  familiar, agredieron a su madre y a su hija, destrozaron puertas, armarios y les robaron los teléfonos móviles.

Mohamed Lamin Haddi está preso en la cárcel de Tiflet. Encarcelado desde hace 10 años, condenado a  25, en aislamiento desde hace 3. Sufre tratos inhumanos, sometido a un aislamiento que excede  en tiempo y en moral al raciocinio humano, comienza huelga de hambre hace 32 días. Su madre  afirma que no sabe si está vivo o muerto.

Sultana Khaya, en Bojador, sostuvo su ojo en las manos tras una paliza en plena calle en 2006. Lo perdió. El 13 de febrero le lanzaron un azulejo a la cabeza que casi le hace perder el otro. Mientras, su hermana recibió tantas patadas en la boca que ha perdido varios dientes.

Violaciones. Torturas. Desapariciones. Asesinatos. Arresto domiciliario. Aislamiento. Encarcelamiento. Parece un película de terror, pero no lo es. No apagas la televisión y la cinta se termina, no deja de suceder, es la realidad.

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