Desde el principio, el Ministerio de Asuntos Exteriores expresó el pesar de Argelia por «la elección del Reino Unido de apoyar el plan de autonomía marroquí». 

«En sus dieciocho años de existencia», prosigue el comunicado, «este plan nunca se ha presentado a los saharauis como base de negociación, ni ha sido tomado en serio por los enviados de la ONU que se han sucedido en este cargo», quienes han señalado «la vacuidad de la iniciativa marroquí de autonomía y su incapacidad para ofrecer una solución seria y creíble al conflicto del Sáhara Occidental». 

 Para la diplomacia argelina, el plan de autonomía marroquí «nunca tuvo como finalidad servir de base para una solución política a este conflicto». 

En la nueva posición de Londres, Argelia señala, no obstante, que «el Reino Unido no ha mencionado ni apoyado la supuesta soberanía marroquí sobre el territorio del Sáhara Occidental y, por tanto, no avala la ocupación ilegal de este territorio no autónomo en el sentido de la legalidad internacional». 

Señala también que el Secretario de Estado británico reafirmó «pública y solemnemente» en rueda de prensa «el compromiso del Reino Unido con el principio del derecho a la autodeterminación».    

«Ante esta doble particularidad de la nueva posición británica sobre la cuestión del Sáhara Occidental, Argelia expresa la esperanza de que, en su calidad de miembro permanente del Consejo de Seguridad, el Reino Unido siga exigiendo a Marruecos cuentas por sus responsabilidades internacionales y que siga velando por el respeto de la legalidad internacional y, en particular, de la doctrina de las Naciones Unidas sobre la descolonización», concluye el comunicado.