Lisboa emitió una declaración conjunta con Rabat en la que consideró “constructiva” dicha propuesta, en una posición que sigue los pasos del giro impulsado por el Gobierno español —potencia administradora ‘de iure’ del territorio según Naciones Unidas— y que consolida una peligrosa tendencia entre algunos países europeos a respaldar una solución impuesta por Marruecos, al margen del derecho internacional.
El Frente Polisario instó al Gobierno portugués a rectificar y a respetar el derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia, recordando que esta posición no solo está consagrada por la legalidad internacional, sino también por la propia Constitución portuguesa y el papel ejemplar que desempeñó Portugal en el proceso de independencia de su ex colonia, Timor Oriental.
“La coherencia política y moral exige que Portugal mantenga su histórica posición en defensa del derecho de los pueblos a la autodeterminación. Apoyar una autonomía impuesta bajo ocupación militar es legitimar una anexión por la fuerza, algo inadmisible en pleno siglo XXI”, señalaron fuentes del Polisario.
Por su parte, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) lamentó el cambio de rumbo portugués y advirtió que los intentos del régimen marroquí de implicar a países europeos en su ocupación ilegal forman parte de una “fallida aventura colonial” que solo prolonga el sufrimiento del pueblo saharaui y bloquea cualquier salida pacífica y justa al conflicto.
Italia se desmarca del giro europeo
Mientras tanto, Italia ha reforzado su relación estratégica con Argelia, principal aliado del pueblo saharaui, en una cumbre bilateral celebrada en Roma. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, presidió junto al presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, la firma de más de 40 acuerdos en materias clave como energía, seguridad e inmigración.
En ese contexto, Meloni destacó la importancia de “alcanzar una solución política para el Sáhara Occidental respetando el derecho internacional”, desmarcándose de manera clara de las recientes decisiones de España, Francia, Reino Unido y Portugal.
Este posicionamiento contrasta con el apoyo creciente que algunos países europeos están brindando al plan marroquí, que ignora las resoluciones de Naciones Unidas y los principios básicos del derecho internacional, que establecen el derecho del pueblo saharaui a decidir libremente su futuro mediante un referéndum.
El conflicto saharaui: la última descolonización pendiente en África
Casi medio siglo después de la ocupación ilegal del Sáhara Occidental por Marruecos en 1975, el conflicto sigue siendo uno de los más prolongados del continente africano. Marruecos controla actualmente de facto el 80 % del territorio, mientras el Frente Polisario continúa luchando por una solución basada en el respeto al derecho internacional, apoyado por numerosos países y organizaciones internacionales.
El pueblo saharaui sigue esperando una solución justa, duradera y conforme al derecho a la autodeterminación. Y aunque algunos gobiernos europeos cedan ante los intereses de Rabat, la lucha por la libertad del Sáhara Occidental continúa viva.