Madrid (ECS). – La ONU ha elevado el tono ante la matanza de Melilla en la que murieron 23 subsaharianos mientras el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, sigue cerrando filas con el régimen de Marruecos y rechaza cualquier crítica o reproche a la actuación de la Gendarmería marroquí.
Al menos 23 inmigrantes subsaharianos han fallecido en este asalto y tras producirse «enfrentamientos» con los guardias fronterizos, según el relato oficial del régimen mientras que varias ONG elevan la cifra a más de 30 muertes.
En España, Sánchez ha sido muy criticado por sus socios, parlamentarios y por un sinfín de ONG que consideran a su Gobierno parcialmente responsable de la matanza de Melilla. Recuerdan que es el episodio más cruento de cuantos se han producido para entrar en Ceuta y Melilla desde que en 1996 y 1998, respectivamente, se levantaron las dos vallas.
Después de felicitar a los gendarmes de Marruecos por su actuación, Sánchez acusó a “las mafias” de aprovecharse de los migrantes, una palabra, que según El Confidencial, ha sido retomada por políticos y medios de comunicación marroquíes pese a que, detrás de los que saltan la valla, agrega el rotativo español que cita informes policiales, no hay ninguna organización criminal. Según la ONU, las llamadas ‘mafias’ sí existen en otras etapas y lugares de la inmigración irregular, pero en África no son tan poderosas como en América Latina.