Agencias | ECSAHARAUI
Madrid (ECS).- El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha defendido la actuación de las fuerzas de seguridad marroquíes en el salto a la valla de Melilla y ha señalado como «responsables» de lo ocurrido «a las mafias que trafican con seres humanos». En una rueda de prensa que ha concedido tras el Consejo de Ministros extraordinario que se ha celebrado ayer sábado en donde se le ha preguntado si mantenía sus declaraciones asegurando que la gendarmería marroquí se había «empeñado a fondo en tratar de evitar el asalto violento» a la cuidad autónoma, tras conocerse horas después el fallecimiento de, al menos, 27 subsaharianos en el intento de salto a la valla.
«Ayer, primero me solidaricé y reivindiqué el extraordinario trabajo que están haciendo las fuerzas y cuerpos del Estado en nuestro país, algunas de ellas guardias civiles que fueron heridas como consecuencia del asalto violento, y además quiero repetir este calificativo, violento y organizado por las mafias que trafican con seres humanos», ha apuntado el líder socialista, según recoge Europa Press.
«Es un ataque a la integridad territorial del país de forma violenta», dijo Sánchez. Y, en este sentido, ha explicado que la gendarmería marroquí «trabajó coordinadamente con las fuerzas y cuerpos del Estado español para repeler ese asalto tan violento».
Mientras las ONG denuncian el «uso indiscriminado» de la violencia en la frontera de Melilla y apuntan a una cifra mayor de muerto, el jefe del ejecutivo español presume de un asalto «bien resuelto» y acusa a la mafia. «Pedimos a las autoridades españolas y marroquíes que investiguen de forma pronta y exhaustiva las graves violaciones a los derechos humanos que se han producido hoy a un lado y otro de la frontera”, asegura el director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán. “Aunque los migrantes hayan podido actuar con violencia en su intento de entrada a Melilla, en el control de fronteras no todo vale. Los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas deben ser respetados, y situaciones como la vivida hoy no pueden repetirse más», ha añadido.
La primera fuerza de la oposición en la Cámara de Representantes (PP) ha solicitado, de hecho, la «comparecencia» del ministro del Interior, ante los diputados para que explique los hechos ocurridos ayer, y que se produjeron mientras el Gobierno de Sánchez elogió la buena actuación de las fuerzas de seguridad marroquíes. Este sábado, Sánchez señaló con el dedo a «las mafias de la inmigración irregular». «Si hay un responsable de todo lo que ha pasado, son las mafias que trafican con seres humanos», dijo en la rueda de prensa tras esa reunión extraordinaria del Consejo de Ministros.
Sánchez ha responsabilizado de la situación a las mafias que trafican con seres humanos de la violencia en el salto. «Si hay un responsable que de todo lo que ha sucedido son las mafias que trafican con seres humanos», ha dicho en una rueda de prensa tras la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros. «Fue un ataque a la entidad territorial de un país de manera violenta», ha añadido.
Ha trasladado, además, su solidaridad y reconocimiento a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de España por el trabajo que realizan para proteger las fronteras. Ha recordado también que la gendarmería marroquí trabajó «coordinadamente» con las unidades españolas para «repeler este asalto tan violento».
En este sentido, también se ha pronunciado al respecto el ministro de Asuntos Exteriores, Jose Manuel Albares. «Esto seguirá ocurriendo si no luchamos eficazmente contra estas mafias que trafican con la desesperación y el deseo legítimo de tantas personas de mejorar su vida», ha dicho en una entrevista a TVE.
En la madrugada de este viernes, un grupo de más de 2.000 personas intentaron asaltar la Valla de Melilla para pasar a la ciudad autónoma española. De ellos, al menos 133 consiguieron entrar y ya se encuentran al Centro de Estancia Temporal de Inmigración (CETI). Los agentes marroquíes detuvieron alrededor de 1.000 personas en las inmediaciones de la frontera, mientras otros 27 fueron asesinados. Se trata del primer salto a la frontera de la nueva etapa de relaciones entre España y Marruecos, después del giro en su posición respecto al Sáhara Occidental.