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«No parecen importarnos las causas, los motivos, los contextos que explican algo que no se fragua de un día para otro»
Pero no todo no es tan ajeno y distante. La llegada de miles de marroquíes y subsaharianos, la mayoría de ellos jóvenes, a las calles de Ceuta hace unos meses, nos permitió tocar de refilón otro de los conflictos mudos del continente africano, el de Sahara Occidental, en el que nuestro país tiene una responsabilidad ineludible. Poco importa que Marruecos esté esquilmando los recursos saharauis, que haya construido en pleno desierto el muro defensivo más largo del mundo, o que vaya ocupando física y diplomáticamente un territorio que no le pertenece. Mostramos indiferencia ante una realidad incómoda e injusta: los saharauis son prisioneros en su propio territorio.
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Origen: Sin palabras para la guerra: la costumbre, o el vicio, de no hablar de África – religiondigital.org