Este verano son catorce, pero qué catorce. Catorce embajadores de un país desterrado, que en Elche encuentran refugio estos meses bajo el programa «Vacaciones en Paz». Una iniciativa que les brinda protección frente a «temperaturas que alcanzan los 50 grados», como citaba la presidenta de la Asociación Ilicitana de Ayuda al Pueblo Saharaui, Ángela Carrillo. A la vez que amparo para seguir con su «legítima lucha contra la imposición, la barbarie y la violencia» que sufren de parte de Marruecos en los campamentos de refugiados, como afirmaba enérgico el alcalde de Elche, Pablo Ruz.

Las palabras de la máxima autoridad ilicitana eran recogidas con vítores y aplausos por las familias de acogida y por miembros de una comunidad saharaui cada vez más asentada en Elche. Todos ellos, junto a numerosos miembros de la Corporación Municipal -al menos un edil de cada partido con representación en el Pleno-, asistían al acto de bienvenida que el Ayuntamiento brindaba a los pequeños saharuis, de entre 10 y 12 años, acogidos en familias ilicitanas y de Santa Pola. A todos ellos, los ediles entregaban un obsequio como símbolo de bienvenida a una ciudad que «antes, hoy y siempre estará con vosotros», señalaba Ruz, que insistía en su idea de que «estamos con vosotros en vuestra lucha moral y justa, pese a quien le pese. Vuestras reivindicaciones son legítimas. Lo que pedís es algo bueno y justo, porque el fin es un fin necesario. Acogemos a estos niños que huyen de la guerra, porque hay que decirlo así, es una cuestión que no se puede blanquear. El Ayuntamiento de Elche seguirá apoyándoos. Este alcalde lo tiene claro».

Emoción

El delegado saharaui en Alicante, Lehbib Alisalem, agradecía emocionado las palabras del alcalde. «Es un honor que las familias acogedoras ilicitanas abran sus puertas y sus corazones a nuestros niños para sus vacaciones en paz. El Ayuntamiento de Elche ha tenido una vinculación histórica y solidaria con nosotros que es muy de agradecer. También su apoyo político con mociones en favor de la lucha de nuestro pueblo. Estos niños contarán las historias que aquí han vivido a sus familiares. Gracias de parte de sus familias y también por seguir apoyándonos en el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui».

El responsable del Frente Polisario hablaba de su «justa causa» y deseaba que «ojalá estos niños puedan disfrutar de sus tierras natales, aquellas de las que fueron expulsados sus abuelos. Ojalá no tengan que, como sus padres hicieron, volver a este programa en verano porque nos han devuelto nuestras tierras».

Por su parte, la presidenta de la asociación ilicitana daba las gracias a los políticos, «porque siempre llevan al Sáhara en el corazón. El alcalde, Pablo, ha sido familia acogedora de niños saharauis, y sabe que este es un proyecto de todos».

Cuatro pilares del programa

A su vez, Carrillo detallaba los cuatro pilares que mantienen el programa Vacaciones en Paz. En primer lugar está «el trabajo de los delegados saharauis, que inician el proyecto sin dinero ni condiciones. Y las madres de los niños, que dejan a sus hijos venir a Elche en un acto muy grande de generosidad. Nos confían lo más importante que tienen». El segundo pilar «son las instituciones, sin cuya financiación sería imposible hacer realidad esta iniciativa y que también nos ayudan con envíos humanitarios para cubrir las necesidades básicas de los refugiados y dan visibilidad a su problema».