En un comunicado emitido el lunes, el Observatorio señaló que estos peces fueron capturados como captura incidental en operaciones de pesca no selectiva dirigidas a otras especies marinas, describiendo este comportamiento como un «fracaso flagrante en la gestión de los recursos marinos y un desprecio sistemático por las reglas de pesca sostenible».
El incidente, según el Observatorio, es una prueba de prácticas pesqueras depredadoras motivadas por la obtención de beneficios rápidos y pone de relieve la «completa ausencia de cualquier supervisión ambiental efectiva» en la región.
El Observatorio Saharaui responsabiliza plenamente a las autoridades de ocupación marroquíes de este incidente y sus repercusiones, subrayando que estas prácticas son el resultado de una realidad colonial que priva al pueblo saharaui del acceso a sus riquezas marinas mientras que los ingresos de la pesca son monopolizados por redes económicas y empresas que operan bajo el manto de la ocupación.
En respuesta, el Observatorio pidió una investigación internacional independiente y transparente para determinar la responsabilidad y la activación de un mecanismo de monitoreo internacional sobre las actividades pesqueras en aguas saharauis.
También instó a las organizaciones ambientales regionales e internacionales, en particular el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), a intervenir urgentemente para proteger los ecosistemas marinos amenazados.
El Observatorio advirtió que cualquier actividad económica realizada sin el consentimiento del pueblo saharaui es «ilegal y antiética».
Para concluir, el Observatorio reafirmó su compromiso de documentar estas violaciones y denunciar las políticas de «expolio ambiental y económico sistemático» en el Sáhara Occidental.