
En su último informe (sobre el seguimiento de las decisiones relativas a las declaraciones presentadas en virtud del artículo 22 de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Capitales, Inhumanos o Degradantes), el Comité instó a Marruecos a «abstenerse de ejercer cualquier forma de presión, intimidación o represalia que pueda afectar a la integridad física y psicológica del preso político saharaui Naama Asfari y su familia».
En este contexto, el Comité afirmó que el Estado ocupante (Marruecos) «si no responde a su llamamiento, violará la obligación que le impone la Convención de cooperar de buena fe con el Comité a los efectos de la aplicación de las disposiciones de la Convención, lo que incluye permitir que el solicitante reciba visitas de sus familiares en la cárcel e informarle, en un plazo de 180 días a partir de la fecha de remisión de la decisión, de las medidas adoptadas».
La Comisión también señaló que la Sra. Claude Mangin sigue siendo objeto de acoso por parte de la administración penitenciaria, y señaló que «la denegación del acceso a la educación y al entretenimiento, así como la prohibición de comunicarse con el mundo exterior, constituyen una violación de las normas 63 y 105 de las Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos (Reglas de Nelson Mandela)».