La portavoz de esta plataforma, Lourdes Crespo, afirma que hay niños y niñas que no llegan a España hasta mediados de julio para estar con estas familias en verano y eso puede hacer peligrar revisiones sanitarias adecuadas
La plataforma Al-Adala en València, una de las encargadas de coordinar la acogida de niños y niñas saharauis por familias valencianas dentro del programa «Vacances en Pau» que impulsa el Frente Polisario durante el verano denuncia las «trabas burocráticas» que existen para autorizar la estancia de estos menores en España. En este sentido, reclama a la Administración más celeridad para estos trámites, porque solo están aquí en julio y agosto, aunque la realidad es que pasan menos tiempo del previsto ya que acaban llegando más tarde, según explica su portavoz, Lourdes Crespo, en declaraciones a la Cadena SER.
Un total de 2.930 menores saharauis pasarán los meses de verano acogidos por familias españolas, tal y como aprobó el Consejo de Ministros el 4 de junio, que dio el visto bueno al pasaporte colectivo que autorice su residencia temporal en España durante el verano. Además, el Gobierno ha concedido los visados de estancia a los monitores que van a acompañar a estos menores durante su estancia.
La campaña «Vacances en Pau» tiene más de dos décadas y «sirve para dar visibilidad a la lucha del pueblo saharaui». Esto es de vital importancia porque, de acuerdo con Crespo, «se pueden detectar problemas o enfermedades y curarlas a tiempo o incluso realizar operaciones si es necesario». Y es que no pueden someterse a estos chequeos de salud allí de donde vienen, los campamentos de refugiados de Tindouf (Argelia), cerca de la frontera con el Sáhara Occidental.
Asimismo, la portavoz de Al-Adala recalca que cuando llegan aquí reciben también una mejor alimentación, más saludable, y no están en las mismas condiciones que en esos campamentos, donde en verano se llegan a alcanzar los 50 grados bajo el sol.
Pasaporte colectivo
Crespo recuerda que para que estos niños y niñas puedan venir a España esas semanas en verano, el Consejo de Ministros debe aprobar cada año una resolución para autorizar un pasaporte colectivo para estos menores, que no tienen documentación en esos campos de refugiados porque, recuerda, «España no reconoce al Sáhara», pero añade que muchos estados europeos sí reconocen al Frente Polisario, que es precisamente el que impulsa la iniciativa de acogida.
Desde los años 90 se organizan estos programas. Primero, los niños y niñas saharauis venían a campamentos y albergues. Posteriormente, se decidió que pasaran esos meses con familias de acogida. Por eso, desde colectivos como Al-Adala València se encargan de hacer entrevistas a familias que se ponen en contacto porque quieren formar parte del proyecto.