Los enormes puertos que Marruecos está construyendo en el Sáhara Occidental ocupado están hechos con cemento de la multinacional alemana.
En su Junta General Anual del 15 de mayo de 2025, Heidelberg Materials AG confirmó que suministrará cemento y hormigón para la construcción de proyectos de infraestructura a gran escala en el Sáhara Occidental ocupado: los nuevos puertos de El Aaiún y Dajla.
La multinacional alemana, anteriormente conocida como HeidelbergCement, es propietaria de Ciments du Maroc, que opera dos molinos de cemento y una planta de hormigón cerca de El Aaiún, capital del Sáhara Occidental ocupado. En sus respuestas a las preguntas formuladas por Western Sahara Resource Watch (WSRW) durante la Asamblea General Anual, Heidelberg Materials reveló lo siguiente:
- En 2023 y 2024 se produjeron anualmente en el Sáhara Occidental 500.000 toneladas de cemento.
- Se abastece anualmente de 150.000 toneladas de piedra caliza y puzolana en el Sáhara Occidental, adquiridas a proveedores externos no identificados. Si bien la empresa se negó a revelar la identidad de estos proveedores por motivos de competencia, admitió que los volúmenes de material se mantuvieron constantes con respecto a años anteriores.
- La empresa suministró hormigón, aunque no cemento, para la construcción del nuevo y profundamente controvertido puerto de El Aaiún.
- Vendió aproximadamente 50.000 toneladas de cemento tanto en 2023 como en 2024 a clientes involucrados en la construcción del megapuerto de Dakhla Atlantique.
- El personal de la empresa matriz Heidelberg Materials es enviado periódicamente al Sáhara Occidental para realizar trabajos de mantenimiento.
Las declaraciones de la empresa suponen la admisión más clara hasta la fecha de su implicación en la consolidación de la ocupación ilegal por parte de Marruecos a través de desarrollos industriales masivos en el territorio.
Ambos proyectos portuarios forman parte de la agenda estratégica de Marruecos para consolidar su control sobre el territorio. El puerto de Dakhla Atlantique, en particular, se ha señalado como un proyecto geopolítico cuyo objetivo es convertir el Sáhara Occidental ocupado en un centro logístico que conecte a Marruecos con los mercados de África Occidental.
La filial local de Heidelberg, Ciments du Maroc, había declarado previamente en su sitio web que suministra cemento al nuevo puerto de El Aaiún [o descargar ]. El propósito del nuevo puerto, y de una planta de fertilizantes asociada, es que la empresa estatal marroquí de fosfatos exporte roca fosfórica y fertilizantes desde el territorio que ocupa ilegalmente. Este comercio viola el derecho internacional.
Al proporcionar materiales de construcción, Heidelberg Materials facilita la infraestructura que sustenta la ocupación y la explotación de los recursos del territorio por parte de Marruecos. Esta actividad sustenta una economía basada en la colonización y contribuye a financiar las ambiciones estratégicas de Marruecos en el territorio.
Al preguntársele si la empresa había solicitado el consentimiento del pueblo saharaui, Heidelberg Materials respondió rotundamente que no era necesario, ya que no extrae materias primas del Sáhara Occidental. Añadió que, como empresa privada, no está obligada a solicitar dicho consentimiento.
Este razonamiento es cuestionable tanto desde el punto de vista fáctico como jurídico. Para poder operar en la parte ocupada del Sáhara Occidental, Heidelberg Materials habría obtenido permisos del gobierno marroquí, que ocupa ilegalmente el territorio. Además, la empresa se lucra con los proyectos de infraestructura de dicho gobierno en el territorio ocupado sin el consentimiento de la población del territorio, afirma Nina Matzik, de Western Sahara Resource Watch.
En respuesta a preguntas sobre la conformidad de sus operaciones con su Declaración de Política de Derechos Humanos, que afirma el compromiso de la empresa con los Pactos Civil y Social de la ONU —cuyos artículos incluyen el derecho a la autodeterminación—, Heidelberg Materials declaró: «La implementación del derecho a la autodeterminación es responsabilidad de los Estados. Como empresa privada, cumplimos con nuestra obligación de respetar el derecho de los pueblos a la autodeterminación».
“La presencia continua de Heidelberg en el Sáhara Occidental no es solo una decisión comercial: es una decisión política, con consecuencias reales para el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación”, declaró Matzik. “No se puede pretender neutralidad mientras se vierte el hormigón de la ocupación”.