Cuando se cumplen 50 años de la ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos y en medio de un contexto global agitado y volátil, el presidente de la Media Luna Roja Saharaui (MLRS), Yahya Buhobeini, denuncia ante los eurodiputados españoles la situación en los campamentos de personas saharauis refugiadas y los recortes en las partidas de ayuda humanitaria. Fue recibido por todos los partidos políticos con representación en la Eurocámara, excepto Vox y el PP.

¿Cuál es el objetivo de su visita?

Hay un deterioro de la situación humanitaria global confirmado por las agencias de Naciones Unidas. Los refugiados saharauis están cada vez más olvidados debido a la emergencia de tantas crisis a lo largo de todo el mundo. Por ejemplo, tres de cuatro mujeres embarazadas que residen en los campos de refugiados sufren problemas de anemia crónica. Más del 78% vive en situación de inseguridad alimentaria. Después de la pandemia de la covid-19 hay todavía más escasez y todo se ha agravado con la inflación y la ruptura del alto al fuego en el Sáhara, que ha provocado más desplazados. El objetivo de mi visita es sensibilizar a los eurodiputados, especialmente a los españoles, para que no caiga en el olvido. Los datos son alarmantes.

Más allá de sensibilizar y exponer esta radiografía tan dramática que me narra, ¿qué más le gustaría que hiciese la UE por el Sáhara?

En 1997 la contribución de la Unión Europea hacia los campamentos de refugiados saharauis era de 17 millones de euros; ahora es de nueve millones. Hablamos, además, de un contexto muy especial, hablamos de refugiados que se encuentran en un desierto. Y ello supone una dificultad añadida para tener ingresos o para acceder a necesidades básicas como el agua. Imagínese en verano. Hace años que no hay aumentos de la ayuda humanitaria de los campamentos de refugiados saharauis. Tenemos miedo de que esta crisis acabe siendo olvidada. No hay alternativa al aumento de la ayuda.

«Hace años que no hay aumentos de la ayuda humanitaria de los campamentos de refugiados saharauis»

Este año se cumplen 50 años de la ocupación marroquí del Sáhara. Algo que estaba llamado a ser temporal se ha perpetuado. Con además un contexto geopolítico tan incendiado y volátil, ¿cómo lee la situación actual del Sáhara?

Desde el punto de vista humanitario, que los refugiados continúen así 50 años después, habla por sí solo. La ayuda humanitaria no es la solución. Es como dar un paracetamol a un enfermo para calmar el dolor. La solución real es un antibiótico que elimine todo el virus, es decir, alcanzar una solución política, justa y duradera al conflicto del Sáhara Occidental. Como actores humanitarios no tenemos parte en la negociación política, pero es nuestra obligación sensibilizar a los políticos sobre la situación sobre el terreno. Sería un fracaso que dentro de 50 años sigamos teniendo miles de refugiados que se encuentran en un desierto. No es humano, correcto ni justo. El Sáhara Occidental es un pueblo muy rico y la mayor parte vive de la ayuda humanitaria.