En un discurso pronunciado por el activista Yakouta Mokhtar, el Servicio Internacional de Derechos Humanos condenó la actual ocupación marroquí del Sáhara Occidental, advirtiendo del aumento de graves violaciones de los derechos humanos en medio de la falta de un seguimiento internacional efectivo.

La activista saharaui de derechos humanos enfatizó que la continua ocupación ilegal del Sáhara Occidental representa un flagrante fracaso de la comunidad internacional para poner fin a la colonización y proteger los derechos humanos. Subrayó que los saharauis, incluyendo activistas y defensores de derechos humanos, enfrentan una represión sistemática simplemente por exigir sus derechos legítimos, mientras que las resoluciones internacionales sobre su derecho a la autodeterminación permanecen congeladas e inaplicadas.

La organización destacó que las autoridades marroquíes han seguido impidiendo el acceso de los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas a los territorios ocupados desde 2015, considerando esta prohibición como un reflejo de la sistemática falta de cooperación de Marruecos con la comunidad internacional. Esto ha permitido a Marruecos intensificar sus violaciones sin ninguna rendición de cuentas ni supervisión.

La organización también documentó casos de detención arbitraria, tortura, desapariciones forzadas, discriminación racial y económica, así como la supresión sistemática de las libertades y el saqueo de los recursos naturales del Sáhara Occidental, lo que agrava aún más el sufrimiento del pueblo saharaui bajo la ocupación.

Para concluir, el Servicio Internacional para los Derechos Humanos pidió al Consejo de Derechos Humanos que adopte medidas estrictas para garantizar que Marruecos cumpla con sus obligaciones internacionales y permita el acceso de los mecanismos de las Naciones Unidas a los territorios ocupados, protegiendo al mismo tiempo a los defensores de los derechos humanos saharauis de cualquier acción de represalia.

La organización también exigió la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos saharauis, el fin de la explotación ilegal de los recursos de la región y la imposición de sanciones a las empresas implicadas en estas violaciones.

La organización afirmó que el continuo desprecio internacional por la situación en el Sáhara Occidental socava la credibilidad de las Naciones Unidas en la protección de los derechos humanos y envalentona la ocupación marroquí a continuar sus violaciones con impunidad.