El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero no podía faltar a la cita con motivo de los 25 años de reinado de Mohamed VI. En una ronda de reacciones de figuras internacionales, el socialista se cuenta entre los que con más entusiasmo celebran la subida al torno del monarca alauí, en una coyuntura marcada por la represión de cualquier ejercicio de disidencia política, el ciberespionaje a mandatarios extranjeros o las manifestaciones populares por la normalización con Israel o la penuria de los servicios públicos.

Sin embargo, a juicio de Rodríguez Zapatero, el país vecino ha dado «pasos de gigante» en pluralismo político y desarrollo económico y social bajo el liderazgo de un monarca cada vez más ausente de los asuntos diarios, con largas estancias en el extranjero. «Marruecos ha hecho progresos muy notables en materia de pluralismo político y de desarrollo económico y social», ha manifestado el ex presidente español en un despacho recogido por la agencia de noticias estatal Map con motivo del cuarto de siglo de Mohamed VI en el trono que se cumple este mes.

«El progreso de Marruecos es muy notable y la modernización es extraordinariamente intensa a todos los niveles», agrega el socialista, convertido desde hace años en embajador del régimen alauí, con viajes continuos al otro lado del Estrecho y defensor del plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental que trata de abortar el derecho a la autodeterminación de la población saharaui establecido por la ONU para la ex provincia española, el último territorio por descolonizar de África.

Marruecos, un «remanso de paz»

Según Rodríguez Zapatero, los «significativos» avances han permitido al reino alauí «gozar de una gran credibilidad en la comunidad internacional y consolidarse como el interlocutor más fiable en la región, tanto para España como para Europa, pero también para las grandes potencias internacionales». Como ya es habitual en sus alocuciones y declaraciones en prensa, el socialista se jactó de la apuesta de Mohamed VI por «el diálogo, el entendimiento y el compartir, que hacen de Marruecos un remanso de paz y estabilidad».

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