๐——๐—ฒ๐˜€๐—ด๐—ฎ๐—ฟ๐—ฟ๐—ฎ๐—ฑ๐—ผ๐—ฟ ๐˜๐—ฒ๐˜€๐˜๐—ถ๐—บ๐—ผ๐—ป๐—ถ๐—ผ ๐—ฑ๐—ฒ๐—น ๐—ฒ๐˜… ๐—ฝ๐—ฟ๐—ฒ๐˜€๐—ผ ๐—ฝ๐—ผ๐—นรญ๐˜๐—ถ๐—ฐ๐—ผ ๐˜€๐—ฎ๐—ต๐—ฎ๐—ฟ๐—ฎ๐˜‚๐—ถ ๐˜† ๐˜ƒ๐—ถ๐—ฐ๐—ฒ๐—ฝ๐—ฟ๐—ฒ๐˜€๐—ถ๐—ฑ๐—ฒ๐—ป๐˜๐—ฒ ๐—ฑ๐—ฒ๐—น ๐—–๐—ผ๐—น๐—ฒ๐—ฐ๐˜๐—ถ๐˜ƒ๐—ผ ๐—ฑ๐—ฒ ๐——๐—ฒ๐—ณ๐—ฒ๐—ป๐˜€๐—ผ๐—ฟ๐—ฒ๐˜€ ๐—ฆ๐—ฎ๐—ต๐—ฎ๐—ฟ๐—ฎ๐˜‚๐—ถ๐˜€ ๐—ฑ๐—ฒ ๐—น๐—ผ๐˜€ ๐——๐—ฒ๐—ฟ๐—ฒ๐—ฐ๐—ต๐—ผ๐˜€ ๐—›๐˜‚๐—บ๐—ฎ๐—ป๐—ผ๐˜€ (CODESA), ๐——๐—ฒ๐—ถ๐—ฐ๐—ต ๐——๐—ฎ๐—ณ

๐——๐—ฒ๐˜€๐—ด๐—ฎ๐—ฟ๐—ฟ๐—ฎ๐—ฑ๐—ผ๐—ฟ ๐˜๐—ฒ๐˜€๐˜๐—ถ๐—บ๐—ผ๐—ป๐—ถ๐—ผ ๐—ฑ๐—ฒ๐—น ๐—ฒ๐˜… ๐—ฝ๐—ฟ๐—ฒ๐˜€๐—ผ ๐—ฝ๐—ผ๐—นรญ๐˜๐—ถ๐—ฐ๐—ผ ๐˜€๐—ฎ๐—ต๐—ฎ๐—ฟ๐—ฎ๐˜‚๐—ถ ๐˜† ๐˜ƒ๐—ถ๐—ฐ๐—ฒ๐—ฝ๐—ฟ๐—ฒ๐˜€๐—ถ๐—ฑ๐—ฒ๐—ป๐˜๐—ฒ ๐—ฑ๐—ฒ๐—น ๐—–๐—ผ๐—น๐—ฒ๐—ฐ๐˜๐—ถ๐˜ƒ๐—ผ ๐—ฑ๐—ฒ ๐——๐—ฒ๐—ณ๐—ฒ๐—ป๐˜€๐—ผ๐—ฟ๐—ฒ๐˜€ ๐—ฆ๐—ฎ๐—ต๐—ฎ๐—ฟ๐—ฎ๐˜‚๐—ถ๐˜€ ๐—ฑ๐—ฒ ๐—น๐—ผ๐˜€ ๐——๐—ฒ๐—ฟ๐—ฒ๐—ฐ๐—ต๐—ผ๐˜€ ๐—›๐˜‚๐—บ๐—ฎ๐—ป๐—ผ๐˜€ (CODESA), ๐——๐—ฒ๐—ถ๐—ฐ๐—ต ๐——๐—ฎ๐—ณ

FUENTE: Jalil Moh. Abdelaziz  ุงู„ุฎู„ูŠู„ @JalilWs


๐——๐—ฒ๐˜€๐—ด๐—ฎ๐—ฟ๐—ฟ๐—ฎ๐—ฑ๐—ผ๐—ฟ ๐˜๐—ฒ๐˜€๐˜๐—ถ๐—บ๐—ผ๐—ป๐—ถ๐—ผ ๐—ฑ๐—ฒ๐—น ๐—ฒ๐˜… ๐—ฝ๐—ฟ๐—ฒ๐˜€๐—ผ ๐—ฝ๐—ผ๐—นรญ๐˜๐—ถ๐—ฐ๐—ผ ๐˜€๐—ฎ๐—ต๐—ฎ๐—ฟ๐—ฎ๐˜‚๐—ถ ๐˜† ๐˜ƒ๐—ถ๐—ฐ๐—ฒ๐—ฝ๐—ฟ๐—ฒ๐˜€๐—ถ๐—ฑ๐—ฒ๐—ป๐˜๐—ฒ ๐—ฑ๐—ฒ๐—น ๐—–๐—ผ๐—น๐—ฒ๐—ฐ๐˜๐—ถ๐˜ƒ๐—ผ ๐—ฑ๐—ฒ ๐——๐—ฒ๐—ณ๐—ฒ๐—ป๐˜€๐—ผ๐—ฟ๐—ฒ๐˜€ ๐—ฆ๐—ฎ๐—ต๐—ฎ๐—ฟ๐—ฎ๐˜‚๐—ถ๐˜€ ๐—ฑ๐—ฒ ๐—น๐—ผ๐˜€ ๐——๐—ฒ๐—ฟ๐—ฒ๐—ฐ๐—ต๐—ผ๐˜€ ๐—›๐˜‚๐—บ๐—ฎ๐—ป๐—ผ๐˜€ (@CODESA_SO), ๐——๐—ฒ๐—ถ๐—ฐ๐—ต ๐——๐—ฎ๐—ณ.

Mi nombre es Deich Daf. Soy vicepresidente del Colectivo de Defensores de Derechos Humanos en el Sahara Occidental (CODESA), uno de los fundadores del campamento de protesta ยซ๐†๐๐ž๐ข๐ฆ ๐ˆ๐ณ๐ข๐คยป y miembro del comitรฉ de diรกlogo que lo representaba ante las autoridades del rรฉgimen de ocupaciรณn marroquรญ.

La noche del 2 de diciembre de 2010, mientras me preparaba para dormir junto a mi esposa, nuestro hogar fue allanado por una fuerza de ocupaciรณn marroquรญ. Los atacantes, armados hasta los dientes y encapuchados, eran conocidos entre los saharauis desde los tiempos de los secuestros forzados como ยซ๐ฅ๐š๐ฌ ๐›๐ซ๐ข๐ ๐š๐๐š๐ฌ ๐๐ž ๐ฅ๐š ๐ฆ๐ฎ๐ž๐ซ๐ญ๐ž, ๐ฏ๐ข๐ฌ๐ข๐ญ๐š๐ง๐ญ๐ž๐ฌ ๐๐ž ๐ฅ๐š ๐ง๐จ๐œ๐ก๐žยป.

Confieso que en ese momento me invadiรณ el miedo y el pรกnico. Sin previo aviso, uno de los encapuchados, tras irrumpir de forma aterradora, preguntรณ directamente por mi nombre. Intentando ganar tiempo, respondรญ rรกpidamente y con dificultad: ยซMe llamo Ahmedยป, usando el nombre de mi hermano en un intento de despistarlos. Sin embargo, despuรฉs de que uno de los hombres golpeara a mi esposa, no pude soportar la escena y confesรฉ mi verdadero nombre: Deich Daf. Era evidente que habรญan estado esperando ese nombre con ansias.

Todos gritaron al unรญsono: ยซยก๐‡๐ž๐ฆ๐จ๐ฌ ๐ž๐ง๐œ๐จ๐ง๐ญ๐ซ๐š๐๐จ ๐š๐ฅ ๐ฉ๐ž๐ซ๐ซ๐จ!ยป. Inmediatamente, me arrancaron a la fuerza el pijama, dejรกndome solo con ropa interior. Luego, el lรญder del grupo ordenรณ que me llevaran con la cabeza baja. Intentรฉ consolar a mi esposa con unas palabras apresuradas: ยซ๐๐จ ๐ญ๐ž๐ง๐ ๐š๐ฌ ๐ฆ๐ข๐ž๐๐จ, ๐ฏ๐จ๐ฅ๐ฏ๐ž๐ซรฉ ๐ฉ๐ซ๐จ๐ง๐ญ๐จยป. Fue lo รบltimo que le dije antes de ser llevado y condenado ante un tribunal militar. El jefe del comando soltรณ una risa sarcรกstica y cruel, diciendo: ยซ๐๐จ ๐ญ๐ž ๐ฉ๐ซ๐ž๐จ๐œ๐ฎ๐ฉ๐ž๐ฌ, ๐๐ž๐ฃ๐š๐ซ๐ž๐ฆ๐จ๐ฌ ๐š ๐ง๐ฎ๐ž๐ฌ๐ญ๐ซ๐จ๐ฌ ๐ก๐จ๐ฆ๐›๐ซ๐ž๐ฌ ๐ฉ๐š๐ซ๐š ๐ช๐ฎ๐ž ๐œ๐จ๐ง๐ญ๐ข๐งรบ๐ž๐ง ๐ฅ๐š ๐Ÿ๐ข๐ž๐ฌ๐ญ๐š ๐œ๐จ๐ง ๐ญ๐ฎ ๐ž๐ฌ๐ฉ๐จ๐ฌ๐š…ยป. Estas palabras, que insinuaban que los encapuchados abusarรญan de ella, me destrozaron por completo.

Fui esposado con bridas de plรกstico, me cubrieron los ojos con un trozo de tela y me metieron en su vehรญculo. Dos hombres me escoltaban a cada lado, lo supe por las voces que oรญ. El coche avanzรณ rรกpidamente, dando vueltas por la ciudad para desorientarme, hasta llegar a su destino, que no parecรญa estar lejos. Entre insultos, golpes y amenazas, me bajaron violentamente del coche, me desnudaron completamente y me sentaron en una silla. Cambiaron mis esposas por otras metรกlicas y me ataron las piernas.

Escuchรฉ pasos acercรกndose antes de que comenzara el interrogatorio. Me preguntaron por mi papel en el campamento de Gdeim Izik, por quรฉ no se izaron banderas marroquรญes allรญ y cuรกl era mi relaciรณn con el Ministerio de Territorios Ocupados del Estado Saharaui.

El interrogatorio fue acompaรฑado de torturas fรญsicas y psicolรณgicas brutales. Usaron un dispositivo que jalaba el vello de mi pecho y piernas, me obligaron a arrodillarme y luego me violaron con un objeto punzante. En ese momento, sentรญ humillaciรณn, quebranto y una pรฉrdida absoluta de dignidad, mezclados con un dolor insoportable que me hacรญa gritar como si intentara romper una montaรฑa. Los torturadores, lejos de detenerse, se burlaban de mis gritos, encendiendo los motores de los coches en el garaje para asegurarse de que nadie me escuchara. Deseรฉ morir para escapar de esos monstruos.

Despuรฉs de horas de tortura, uno de ellos se acercรณ y me hizo mรกs preguntas: ยฟQuiรฉn financiaba el campamento de Gdeim Izik? ยฟCuรกl era nuestra relaciรณn con los llamados ยซseparatistasยป ?, en referencia al Frente POLISARIO, ยฟPor quรฉ no ondearon banderas marroquรญes? Tras agotar su cuestionario, se marcharon.

Durante esa noche de horror, pedรญ permiso para ir al baรฑo. Uno de los guardias se burlรณ: ยซHazlo ahรญ mismo, ยฟquiรฉn te crees que eres para tener derecho a un baรฑo?ยป. El dolor me obligรณ a hacerlo en el lugar, quedรกndome sentado, empapado de orina.

No pude dormir debido al dolor en mi oรญdo, que habรญa perdido la audiciรณn tras recibir un golpe con una barra de hierro, causando una discapacidad permanente. Mรกs tarde, otro de los guardias, fingiendo compasiรณn, me prometiรณ llevarme al mรฉdico. En mi estado de vulnerabilidad, quise creerle, aunque sabรญa que era solo otra mentira.

Me trasladaron en coche a otro lugar. Durante el trayecto, me acostaron boca abajo mientras los guardias ponรญan sus pies sobre mi espalda. Al llegar, me obligaron a ducharme para limpiar la sangre. El agua era sucia, maloliente y me provocรณ infecciones. Un supuesto ยซmรฉdicoยป vertiรณ alcohol en mi oรญdo, lo que me causรณ un dolor tan intenso que perdรญ el conocimiento. Despertรฉ con bofetadas y gritos que me ordenaban levantarme.