A pocas horas de la votación sobre la renovación del mandato de la MINURSO en el Sáhara Occidental, el ambiente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es de máxima incertidumbre. El texto actual del borrador estadounidense —en su llamada «versión cero»— no ha incorporado aún ninguno de los cambios exigidos por los Estados miembros, especialmente por Rusia y China, lo que hace incierto su apoyo en la sesión prevista para hoy.
Según informa desde Nueva York el medio especializado ECSAHARAUI, Estados Unidos ha presentado un texto unilateral que se aleja del consenso habitual en el Consejo y ha ignorado las enmiendas propuestas por otros miembros. Tanto Rusia como China, potencias con derecho de veto, han exigido cambios sustanciales que devuelvan el texto a los estándares jurídicos del Consejo, incluido el lenguaje de descolonización y la obligación de respetar el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, reconocido en la propia Carta de las Naciones Unidas.
Washington, que ha revisado el texto en dos ocasiones durante las últimas semanas, se enfrenta así a una fuerte resistencia diplomática, no solo por el contenido político del borrador, sino también por su método: una redacción unilateral, presiones diplomáticas y una clara intención de subordinar la legalidad internacional a intereses geoestratégicos propios.
Polisario, Argelia y el Frente del veto
El Frente Polisario ha advertido ya que no participará en ningún proceso político si este borrador se aprueba tal como está. En una carta enviada al Consejo de Seguridad —y en dos comunicados públicos recientes—, dejó claro que cualquier resolución que valide de forma encubierta el plan de autonomía marroquí supone una violación al derecho internacional y una traición al pueblo saharaui.
Argelia, por su parte, ha reafirmado su postura junto a Rusia y China, asegurando que el conflicto del Sáhara Occidental no puede resolverse fuera del marco de la descolonización y que cualquier maniobra contraria a este principio socavará la legitimidad de Naciones Unidas y llevará a un callejón sin salida.
Silencio tenso antes de la votación
El silencio y la falta de claridad sobre el voto de los miembros permanentes se interpretan como señal de que el borrador puede no alcanzar el consenso necesario, un hecho inusual en la renovación anual del mandato de la MINURSO, tradicionalmente considerada una formalidad.
Según revela ECSAHARAUI, la inclusión de modificaciones de tono político no ha sido suficiente para convencer a quienes exigen rigor jurídico. Rusia ha denunciado abiertamente el “monopolio estadounidense” en la redacción y su intento de vaciar de contenido legal el mandato del Consejo de Seguridad sobre el Sáhara Occidental.
Si este borrador fuera aprobado sin consensos amplios, no solo quedaría comprometida la credibilidad de Naciones Unidas, sino que su aplicación resultaría inútil e incluso contraproducente: el Frente Polisario ya ha advertido que no se sentará a ninguna mesa que ignore la legalidad internacional.
Así, en cuestión de horas puede decidirse si se legitima —una vez más— el juego diplomático del ocupante marroquí, o si comienzan a imponerse los límites de lo que la legalidad puede tolerar. El Sáhara Occidental, bloqueado y silenciado por décadas, vuelve a ser el espejo de la justicia selectiva internacional.
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