Gdeim Izik
Noam Chomsky, reconocido intelectual de Estados Unidos, señaló hace varios años atrás al Campamento de Gdeim Izik, como el preludio de la llamada Primavera Ärabe. Los años han pasado y muchos de sus protagonistas purgan años de cárcel, en abierta violación al derecho internacional.
Por: Jorge Alejandro Suárez Saponaro | Director de Diario El Minuto para Argentina.
La gesta de Gdeim Izik, es un acto de resistencia legítimo que tienen los pueblos contra los potencias ocupantes de sus tierras. Esto está consagrado por el régimen de los Convenios de Ginebra.
El Campamento de Gdeim Izik ha sido la manifestación más importante que protagonizaron los saharauis, desde la retirada española en 1976. Durante varias jornadas a lo largo de octubre y principios de noviembre de 2010, 20.000 saharauis se congregaron en un importante campamento de protesta a 16 km. de El Aaiún, en una zona conocida como Gdeim Izik. El campamento estaba formado mayoritariamente por mujeres, niños, y jóvenes.
En el caso de estos últimos, ha sido víctimas de las políticas de aculturización marroquí, dado que eran obligados a emigrar. A fines de los años 80, entre 6.000 y 8.000 jóvenes fueron llevados fuera de los territorios ocupados por las autoridades marroquíes, con el pretexto de darles trabajo, cuando en realidad se buscaba un proceso de “asimilación” cultural. El traslado forzado de población civil es una grave infracción al DIH, y constituye un crimen de guerra.
Formaron parte del Campamento, pescadores desempleados, mineros de la empresa Fosbucraa (que España vendió por monedas a Marruecos), que adhirieron a la protesta por su trato discriminatorio. Los mejores empleos siempre están en manos de marroquíes. También se integraron familiares de desaparecidos, activistas de derechos humanos, ex presos políticos, personas sin vivienda y jóvenes sin empleo.
El campamento nació en el mes de septiembre de 2010, con la instalación de unas cuarenta a setenta personas que se instalaron en jaimas. Rápidamente las autoridades marroquíes disolvieron la protesta, con la promesa de resolver sus reclamos relativos a vivienda y trabajo. Ante la ausencia de respuestas de las autoridades, el campamento volvió a instalarse de la mano de la llamada “Coordinadora de Familias Sin Vivienda”.
Este nuevo campamento comenzó con 140 personas, en gran parte desocupados y estudiantes. En otros puntos del Sahara Occidental se instalaron campamentos: Bojador, Smara y Al Marsa, que fueron desmantelados por las fuerzas de ocupación. Las razones de la propuesta eran de carácter social y distaba mucho de reclamos independentistas.
Durante varios días desde la instalación de las primeras tiendas y la organización de la Coordinadora, millares de saharauis comenzaron a levantar sus tiendas tradicionales o jaimas en un paraje desértico a 16 km. de El Aaiùn, que como venimos diciendo, con el objetivo de reclamar ayudas sociales, especialmente viviendas y trabajo. Los registros tomados por los propios organizadores señalan que unas 22400 personas participaban de la protesta (1 de cada 10 saharauis participaron en la protesta).
El campamento constituyó una experiencia inédita para los saharauis en territorios ocupados, allí muchos participantes encontraron un espacio donde expresar el reclamo de sus derechos vulnerados por décadas. En las tres semanas que duró la protesta, fue de carácter pacífica y contribuyó a fortalecer lazos de unidad y solidaridad entre los saharauis. Se organizaron comités especializados para mantener la seguridad, la limpieza, la asistencia sanitaria.
Desde un primer momento los marroquíes intentaron persuadir a los saharauis de disolver el campamento. En los primeros días de octubre, un grupo de notables saharauis (jefes tribales pro marroquíes) se hicieron presentes. Esta fue rechazada de plano, dado que los manifestantes señalaron que estos nunca habían contribuido en mejorar en nada la situación bajo la ocupación, por ende requerían la presencia de autoridades marroquíes.
La presencia policial marroquí comenzó hacerse sentir por medio del despliegue de un importante número de efectivos, además de helicópteros En el marco de la crisis, fue formado un Comité de Diálogo, por el cual se canalizarán reclamos, como también se facilitaría el acceso de agua y víveres a los manifestantes. El 21 de octubre llegó la primera cisterna de agua. Los referentes de la protesta hacían hincapié que la misma nada tenía que ver con el Frente Polisario o el proceso de paz de la ONU.
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Leer artículo completo en el original: Diez años de un símbolo de resistencia contra la ocupación del Sahara Occidental | elminuto