Dicen que nada crece en la hammada, aunque los jardines de las bibliotecas Bubisher lo desmienten. Pero hay algo que crece aún más siempre, imparable, sea cual sea el suelo: la palabra. Emociona la imagen de este niño, entre huellas de Land Rover, escribiendo quién sabe qué. O sí: palabras; nada más y nada menos. […]
Texto completo en el original: Bubisher LA GRAN OLA DE LA PALABRA