El Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronunciará en las próximas semanas sobre el tratado que permite que Marruecos se beneficie económicamente de las actividades empresariales en territorio ocupado. Representantes del Frente Polisario destacan que este asunto está en el fondo de la nueva crisis abierta entre España y el reino alauí.
Rabat está pendiente de Luxemburgo. En cuestión de semanas, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronunciará sobre el recurso formulado por el Frente Polisario contra el acuerdo pesquero con Marruecos, que permite la explotación de las aguas del Sáhara Occidental en beneficio del reino alauí. No será el primer dictamen de este tipo, pero sí uno de los más trascendentales: la reciente crisis migratoria generada por Marruecos fue solamente un aviso de lo que puede ocurrir si los tribunales vuelven a dar la razón al pueblo saharaui.
«Se trata de uno de los elementos de trasfondo de la crisis actual entre Marruecos y España», afirma desde Bruselas Oubi Bucharaya, representante del Frente Polisario ante la Unión Europea. El diplomático saharaui se muestra optimista, al tiempo que advierte sobre la posible respuesta de Mohamed VI: los últimos episodios vividos en Ceuta, destaca Bucharaya, «muestran el tipo de reacción que Marruecos puede poner en marcha« si el TJUE vuelve a pronunciarse en contra de la explotación económica de los territorios ocupados –incluyendo sus aguas– por parte de Rabat.