#NoEstaisSolas#TodasSomosSultanaKhaya
El pasado 14 de noviembre, el Frente Polisario declaró roto el alto el fuego con Marruecos en respuesta a una acción militar marroquí contra activistas saharauis en Guerguerat, en la zona de distensión pactada, lo que supuso para los saharauis una violación de las condiciones del alto el fuego. Desde entonces, la población saharaui bajo su ocupación vive en un verdadero estado de sitio.
El hostigamiento a las activistas saharauis amedrentándoles y evitando que puedan salir de sus casas y recibir visitas. La represión es apoyada por elementos paramilitares, con el silencio cómplice de la Comunidad Internacional como se puede ver en los vídeos en las redes sociales.
Marruecos no quiere testigos de esta barbarie y para ello mantiene el territorio cerrado herméticamente impidiendo las visitas de organizaciones internacionales de DDHH, ongs, juristas y medios de comunicación independientes que pretendan comprobar in situ la situación descrita, o bien procediendo a su expulsión inmediata si hubieran logrado burlar el cerco.
Desde ese momento la activista Sultana Khaya vive en su casa en constante vigilancia por parte del ocupante marroquí, en arresto domiciliario que no le permite tener visitas y con constante agresiones a su persona y su familia, incluida la violación.
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