Sidi Maatala.
ECS. Bir Lehlu. | En un comunicado enviado ayer por el Presidente de la República Saharaui, Brahim Ghali, al Secretario General de la ONU, António Guterres, al que ECSAHARAUI tuvo acceso y publicó ayer, el presidente saharaui y Secretario General del Frente Polisario “llamó la atención” de la Secretaría de la ONU debido a la incalificable situación en la que se encuentra la activista saharaui Sultana Jaya y su familia en la ciudad ocupada de Bojador, donde viven bajo arresto domiciliario impuesto por las autoridades de ocupación marroquíes desde el 19 de Noviembre de 2020 por sus pacíficas y legítimas actividades reivindicando sus derechos. Como resultado de lo anterior, en estos nueve meses de asedio y cerco domiciliario, Sultana, su hermana (Luaara) y la madre de ambas han sido objeto de numerosas agresiones físicas y verbales a lo largo de este periodo.
En la carta, el Presidente saharaui incide en los hechos que tuvieron lugar el pasado 22 de Agosto, día en el que las fuerzas auxiliares marroquíes allanaron su domicilio, momento en el que uno de los agentes de seguridad la asfixió con un trapo tapándole la boca y nariz. Como resultado de lo anterior, Sultana fue desarrollando síntomas compatibles con la COVID-19 con el paso de los días, hasta confirmarse en el día de ayer, según reporta la misma familia, el contagio selectivo de Sultana Jaya y su hermana, no obstante, su madre de avanzada edad se encuentra a salvo. Como recordatorio, en la carta el presidente también menciona que los agentes de seguridad marroquíes también arrojaron estos últimos días sustancias tóxicas y malolientes en el interior del domicilio familiar que debieron inhalar y aspirar los convivientes, en lo que supone un riesgo para su salud al desconocer de qué sustancias se tratan. En uno de los últimos sucesos, una de las sustancias arrojadas provocó una reacción adversa a Sultana originándole una hinchazón en el ojo que tiene trasplantado debido también a otra paliza por parte de las fuerzas de ocupación marroquíes.
La misiva agregó que tras la confirmación del contagio selectivo de las hermanas Jaya, su situación empeora considerablemente ya que al estar sometidas a “un férreo arresto domiciliario” que les impide moverse de casa ni ejercer su derecho a la libre circulación, por lo que su vida corre serio peligro al no poder acceder a atención médica necesaria.
El Secretario General del Frente Polisario consideró que a la vista de las acciones deliberadas descritas anteriormente, además de la existencia de denuncias de Human Rights Watch, Front Line Defenders y Amnistía Internacional sobre el mismo caso, y otras tres cartas enviadas al Secretario General que no obtuvieron ni respuesta ni un abordaje efectivo, la RASD hace responsable a Marruecos “más allá de toda duda razonable” de las consecuencias o desenlace fatal en los que podría concurrir con sus “criminales actos”, aseveró Ghali. Pidiendo en este sentido abordar el caso para evitar males mayores o la liquidación física de la activista saharaui o miembros de su familia.
Para concluir, el Presidente Ghali afirmó que no habrá proceso de paz con Marruecos mientras éste continúe con sus continuos actos criminales y violentos contra activistas saharauis y defensores de los derechos humanos, así como sus intentos de imponer un hecho consumado en el territorio ilegalmente ocupado. Recordando también la inhumana situación en la que se encuentran los presos políticos saharauis, concretamente los del Grupo Gdeim Izik, que sobreviven en cárceles marroquíes alejados de sus familias, soportando tratos horribles y negados sus derechos más básicos como atención sanitaria, visitas y conexión con el mundo exterior.