Por Sidi Maatala/ECS
Bamako (ECS).- En una investigación publicada el martes 24 de agosto de 2021, Amnistía Internacional reveló que la rama saheliana del grupo Estado Islámico, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM) vinculado a al-Qaeda, así como las milicias automotrices locales -defensa- Dan na Ambassagou en Mali o Volontaires pour la Défense de la Patrie (VDP) utilizan armas de fabricación europea.
Más de 400 videos y fotos publicados en redes sociales entre enero de 2018 y mayo de 2021 confirman esta tesis según expertos en armas de la Organización Internacional. Señalan que este contenido digital muestra existencias de armas procedente de Europa, así como rifles en manos de combatientes de varios grupos armados como EIGS, GSIM, Dozos, Volontaires pour la Défense de la Patrie (VDP), Koglweogo y Dan na Ambassagou, ambos en Malí y Burkina Faso. El estudio especifica que identificó doce (12) casos en los que los combatientes tenían armas modernas, fabricadas por la empresa serbia Zastava, en particular ametralladoras pesadas M02 Coyote y ametralladoras M92 y M05, incluidos los últimos modelos M05E3, que no fueron disponible antes de que comenzaran los combates en el norte de Malí en 2011.
“Según datos oficiales del informe anual de la Unión Europea, desde 2013, los Estados miembros de la UE han otorgado 506 licencias de equipamiento militar, por un importe de 205 millones de euros, a Mali y Burkina Faso”, reza el informe de la Amnistía Internacional.
La República Checa, Francia y Eslovaquia han exportado grandes cantidades de armas no pesadas y ligeras a los gobiernos armados del Sahel desde que la región ha sido escenario de un conflicto generalizado, según reveló Amnistía Internacional en un análisis. La misma fuente afirma que se entregaron a Malí desde Eslovaquia 1.000 armas de asalto, 2.460 rifles, 550 ametralladoras, 680 pistolas y revólveres y 750 metralletas. En cuanto a Francia, el estudio revela que entregó a Mali 1.164 pistolas y revólveres de carga automática, 4 rifles y fusil, así como 13 vehículos blindados de combate.
En informes anuales al Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) entre 2015 y 2020, Serbia indicó que transfirió a Burkina Faso un total de 20.811 rifles y fusil, 4.000 rifles de asalto, 600 revólveres y pistolas de carga automática y 290 ametralladoras. «Si ha resultado imposible rastrear con precisión la cadena de responsabilidad, es muy probable que estas armas hayan sido desviadas a grupos armados, ya sea por canales ilícitos o por incautaciones en los campos de batalla», según dichos informes.
Asimismo, los analistas de Amnistía Internacional advierten: “En este contexto que sigue agravándose, los Estados deben extremar la máxima precaución cuando se trata de transferencias de armas al Sahel. Existe un serio riesgo de que las armas se desvíen hacia grupos armados, mientras que los ejércitos de la región y las fuerzas policiales nacionales tienen un historial lamentable en términos de respeto a los derechos humanos. Instamos a todos los Estados a que cumplan con sus obligaciones y no validen las transferencias de armas que puedan promover violaciones de los derechos humanos.
Entre el tráfico y la falta de controles, las armas continúan circulando en las regiones del Sahel. En Mali alimentan los conflictos que se han enquistado en el centro del país desde hace varios años.