La filtración de datos revela la escala del espionaje potencial por parte de un cliente de NSO Group que se cree que es Marruecos.
The Guardian | ECSaharaui
Madrid (ECS).- Más de 200 números móviles de España fueron seleccionados como posibles objetivos de espionaje por parte de un cliente de NSO Group que se cree que es Marruecos, según la filtración de datos del «Proyecto Pegasus.»
Los detalles de la magnitud de los ataques cibernéticos aparentes se dieron a conocer cuando la Audiencia Nacional de España abrió una investigación sobre cómo los teléfonos móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, se infectaron con el software espía Pegasus el año pasado.
El Gobierno español se ha negado a especular sobre quiénes pueden haber estado detrás de los ataques “ilícitos” y “externos”, cuya existencia reveló este lunes en una rueda de prensa convocada apresuradamente.
Afirman que el ataque contra el presidente del Gobierno tuvo lugar en mayo y junio del año pasado, un momento particularmente turbulento en la política española. El Ejecutivo de Sánchez no solo estaba preparando sus controvertidos y profundamente divisivos indultos de nueve líderes independentistas catalanes encarcelados por su participación en el fallido referéndum en 2017, España también estaba sumergida en una grave crisis diplomática con Marruecos por el Sáhara Occidental.
La selección de números móviles que se cree que realizó Marruecos ocurrieron en 2019, según las marcas de tiempo en los datos, que incluyen más de 50,000 números de teléfonos seleccionadas como posibles objetivos de espionaje por clientes de NSO en todo el mundo.
Más de 200 números de móviles de #España fueron seleccionados como posibles objetivos de espionaje por un cliente de la empresa israelí #NSO Group que se cree que es #Marruecos, según una filtración de datos del Proyecto #Pegasus, informa The Guardian. https://t.co/oAWD74FSnq
— Ignacio Cembrero (@icembrero) May 3, 2022
Un número de teléfono móvil español perteneciente a Aminetu Haidar, una destacada activista saharaui de derechos humanos, se incluyó en la base de datos filtrada y se descubrió que Pegasus había atacado su móvil desde 2018, según un análisis de Amnistía Internacional. También se encontraron rastros del spyware Pegasus, vendido por la empresa israelí NSO Group, en un segundo teléfono perteneciente a Haidar en noviembre de 2021.
En la base de datos del Proyecto Pegasus también figuraba un número de móvil español del periodista Ignacio Cembrero, un destacado especialista en el Magreb.
La inclusión de más de 200 números móviles españoles seleccionados por un cliente que se cree que es Marruecos no indica que todos los números hayan sido atacados o espiados. Pero indica que el cliente aparentemente estuvo activo en la búsqueda de posibles objetivos para espiar dentro de España.
NSO defiende que el hecho de que apareciera un número en la lista filtrada no indicaba de ninguna manera si un número fue objeto de espionaje con Pegasus. NSO también ha dicho que la base de datos «no tenía relevancia» para la empresa.
Marruecos negó previamente haber espiado a cualquier líder extranjero usando Pegasus, y subrayó que los investigadores no podrán presentar pruebas tangibles que le vinculan con NSO.
Pero un análisis de los registros filtrados mostró que Marruecos parecía haber seleccionado a docenas de funcionarios franceses como candidatos para un posible espionaje, incluido el presidente Emmanuel Macron.
NSO ha dicho también que su spyware solo se vende a clientes gubernamentales con el fin de investigar delitos graves y de terrorismo. Ha ha anunciado que va investigar el caso, y ha negado rotundamente que Pegasus haya sido utilizado para atacar a Macron.
Los ataques de Pegasus salieron a la luz cuando el gobierno español enfrenó preguntas sobre cómo supuestamente se utilizó Pegasus para espiar a decenas de miembros del movimiento independentista catalán, incluido el presidente de la región del noreste de España, Pere Aragonès, y tres de sus predecesores.
El gobierno catalán ha señalado con el dedo al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, que insiste en que sus operaciones están supervisadas por el Tribunal Supremo y que actúa “en total conformidad con el ordenamiento jurídico y con absoluto respeto por las leyes aplicables”.
El martes, un juez de la Audiencia Nacional de España anunció el inicio de una investigación por “un posible delito de descubrimiento y revelación de secretos” relacionado con el uso de Pegasus para infectar los dispositivos móviles de Sánchez y Robles.
Informes recientes de los medios sugieren que el teléfono de un tercer político, la entonces ministra de Asuntos Exteriores española, Arancha González Laya, también fue atacado con algún tipo de software espía en mayo del año pasado.
La crisis diplomática entre España y Marruecos se produjo después de que el Gobierno de Madrid permitiera que Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, fuera tratado por Covid-19 en España.
Durante los días siguientes, mientras más de 8.000 personas cruzaban ilegalmente de Marruecos al enclave español de Ceuta, en el norte de África, la embajadora de Rabat en Madrid parecía trazar una línea entre el trato de Ghali y la afluencia de inmigrantes, advirtiendo que algunas acciones tenían consecuencias que “hay que asumir”.
En una rueda de prensa en Madrid el martes, la portavoz del gobierno español se negó a comentar si Marruecos está detrás del ataque con Pegasus y qué efecto podría tener tal acción en las relaciones diplomáticas. “Es un poco hipotético hablar de cuáles podrían ser las consecuencias, si somos capaces de averiguar de dónde vino el ataque”, dijo Isabel Rodríguez. Y añade; “Pero lo que tenemos claro es que este ataque fue externo e ilícito. Esas son las certezas que podemos usar para tomar decisiones en este momento”.
El gobierno ha descartado cualquier espionaje interno y agregó que los ataques deben haber venido del extranjero, ya que cualquier espionaje de este tipo en España habría requerido autorización judicial.
Rodríguez dijo que el gobierno no tenía nada que ocultar y prometió una total colaboración con cualquier investigación judicial, “incluyendo la desclasificación de documentos clasificados si fuera necesario”.
El martes, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez se unió a los tres partidos de la derecha española para vetar una investigación parlamentaria sobre el escándalo Pegasus.
Un portavoz del PSOE dijo que crear un Comisión del Congreso no es necesario ya que una investigación interna del centro de inteligencia nacional de España ya estaba en marcha, al igual que una investigación del defensor del pueblo.
La decisión no fue bien recibida por los socios de la coalición del PSOE en la alianza de extrema izquierda, Unidas Podemos, ni por el partido independentista Esquerra Republicana Catalana (ERC).
Gabriel Rufián, portavoz de ERC, calificó el uso de Pegasus como “un gran escándalo” y dijo que había que investigarlo.
El «Proyecto Pegasus» es una investigación pionera que involucra a 16 socios de medios de comunicación, incluidos The Guardian, The Wire, The Washington Post y Le Monde, y está coordinado por Forbidden Stories, una organización francesa sin fines de lucro.