El aval del Gobierno de España a la invasión ilegal del Sáhara Occidental por parte de Marruecos es una clara violación del Derecho Internacional. Pedro Sánchez y el PSOE lo han hecho y el pueblo saharaui en primer lugar, y España, en segundo, lo están pagando muy caro. El pasado miércoles Sánchez volvió a toparse con el rechazo de todo el Congreso, incluidos sus socios de gobierno, al cambio de posicionamiento de España en el conflicto del Sáhara Occidental. La decisión unilateral impuesta por el PSOE al país ya ha roto las relaciones con Argelia.

Pedro Sánchez y su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, calcularon muy mal las consecuencias de ceder al chantaje de Mohamed VI. Legitimar una invasión ilegal como la de Marruecos, abandonando al pueblo saharaui a su suerte, ya era terrible; perder por ello a un socio tan estratégico como Argelia, que nos suministra la mitad del gas que consumimos, merece dimisiones.

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