- Mohamed Lamin Haddi, periodista preso político saharaui lleva 5 años en aislamiento en una prisión marroquí y su estado de salud es de extrema gravedad.
- Ha protagonizado dos huelgas de hambre de más de 60 días y sus condiciones de encarcelamiento son infrahumanas.
- Se reclama al Gobierno que sea consecuente con el principio que proclama: que España es un país profundamente comprometido con los Derechos Humanos.
Alfonso Lafarga.
El Movimiento por los Presos Políticos Saharauis ha pedio al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, que intervenga urgentemente por el periodista preso político saharaui Mohamed Lamin Haddi, que permanece en aislamiento en una cárcel marroquí desde septiembre de 2017 y su estado de salud es muy grave.
Mohamed Lamine Haddi cumple una pena de 25 años en la prisión de Tiflit 2, de los cuales ha cumplido 12, y fue condenado con acusaciones falsas en un juicio sin las mínimas garantías, según organizaciones internacionales de Derechos Humanos.
En la carta remitida al ministro de Exteriores, el MPPS, que desde hace año y medio pide los lunes ante Exteriores la libertad para los presos políticos saharauis, dice a Albares que entiende que Lamine Haddi “intentase todo para salir de esa locura” y “protagonizase, entre otras anteriores, dos huelgas de hambre suicidas de 69 y 63 días en un mismo año, 2021”.
A una de las huelgas se le puso fin siendo al alimentar a Haddi los guardias de prisiones por la fuerza, lo que fue denunciado por Amnistía Internacional como una medida constitutiva de tortura en virtud del derecho internacional.
La madre del periodista saharaui, Mounina, “hizo todo lo humanamente posible por denunciar las atrocidades que los carceleros estaban haciendo con su hijo: aislamiento, incomunicación, torturas, humillaciones, confiscaciones de libros y dinero…” La madre dejó de hablar, ya no se sabía nada de Haddi y eso hizo suponer que “la cosa estaba tranquila”.
“Pues no -agrega la carta-. La familia de Haddi había sido objeto de un chantaje: encarcelar a toda la familia si no se callaban de una vez. Y se callaron. Las fuerzas de ocupación empezaron con el hermano, Ahmed Haddi, de 18 años. Le tuvieron 23 días en la cárcel, y ahora tiene que presentarse regularmente una vez al mes para que no se le olvide la amenaza.
Marruecos incumple sus promesas
A cambio de ese silencio, Ahmed sería liberado, Mohamed Lamine cambiaría de cárcel y mejorarían sus condiciones de presidio, pero “el caso es que Marruecos no ha cumplido su promesa. Mohamed Lamin Haddi sigue padeciendo en condiciones infrahumanas y siente que su estado de salud es de extrema gravedad”, precisa el MPPS.
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