A pesar de lo establecido en el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación entre España y Marruecos del año 1991, solo se han celebrado 11 Reuniones de Alto Nivel (RAN).

Lo acordado era que se celebrasen de manera anual, pero la voluntad -de Marruecos, que es la determinante- ha sido otra. En reiteradas ocasiones, el motivo de su aplazamiento, inicialmente de unos meses, y más pronto que tarde sine die, ha sido el Sahara Occidental.

Es de sobra conocida la política llevada a cabo desde hace décadas por parte del Reino de Marruecos, en la cual la posición de su interlocutor respecto al Sahara Occidental determina el ritmo y rumbo de las relaciones bilaterales.

No es osado por tanto afirmar a estas alturas que Marruecos supedita sus relaciones internacionales al posicionamiento político de los gobiernos, muy especialmente los Gobiernos de España en lo que concierne al Sahara Occidental. Ejemplo ilustrativo de lo anterior fue la decisión adoptada por el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en marzo de 2022.

En este contexto, estos días tendrá lugar la XII RAN tras 8 años de desencuentros y crisis, gestos y símbolos. Gracias al giro del Presidente, su gobierno-más bien, una parte de él- viajará a Rabat.

Para el Frente POLISARIO tal posicionamiento supuso (y supone) la alineación de España con la vulneración del Derecho Internacional y la inhabilita -mientras no haya una rectificación- para asumir un rol prominente en el proceso de descolonización del Sahara Occidental.

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