Los tres se encontraban en Dajla como parte de una misión de observación para evaluar la crítica situación de los Derechos Humanos que enfrenta la población civil saharaui en las zonas ocupadas del Sahara Occidental. Además, su llegada a la ciudad en un vuelo operado por Ryanair buscaba denunciar la ilegalidad de esta línea aérea, que CEAS-Sahara denuncia como cómplice de la ocupación.
El régimen de ocupación marroquí ha convertido al Sahara Occidental ocupado en la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, expulsando sistemáticamente a periodistas y observadores internacionales que se atreven a denunciar la grave situación de los Derechos Humanos en el territorio. Esta última expulsión se suma a una larga lista de prácticas represivas que buscan silenciar cualquier intento de visibilizar la realidad de la población saharaui.
Ante estos hechos, CEAS-Sahara ha presentado una denuncia formal ante el Ministerio de Asuntos Exteriores español, exigiendo que este emita una queja oficial a las autoridades marroquíes. La organización ha expresado su solidaridad con las personas expulsadas y ha reafirmado su compromiso con la defensa de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental, especialmente en un contexto donde la MINURSO carece de competencias para monitorear esta situación.
Finalmente, CEAS-Sahara reitera su apoyo al pueblo saharaui y a quienes trabajan en favor de sus derechos, asegurando que seguirá luchando por su legítima autodeterminación, a pesar de las dificultades del entorno.