Cuatro eurodiputados daneses se han pronunciado para denunciar las presiones ejercidas por Marruecos para acaparar mercados en el territorio de los países escandinavos con el fin de eludir la decisión del TJUE, a saber, la prohibición de importar productos agrícolas y pesqueros de los territorios ocupados del Sáhara Occidental, considerados por el derecho internacional como territorios no autónomos.
“Trabajar para una potencia ocupante, ya sea directa o indirectamente, no sólo es moralmente reprobable; Esto contribuye a un mundo menos estable. Esto también es algo que debería tener consecuencias políticas. «Esto también ocurre cuando se trata de ayudar a las empresas de una potencia ocupante que intentan obtener un acceso favorable al mercado para los recursos que extraen y explotan en las tierras ocupadas», afirman los eurodiputados Per Clausen, Hanna Geden, Jonas Sjosdet y Jussi Saramo.
Estos últimos acusan a la empresa de asuntos públicos danesa Rud Pedersen (RP), que fue señalada por las ONG que habían alertado a los eurodiputados escandinavos sobre el hecho de que el régimen de Majzen la había contratado para sus esfuerzos de cabildeo sobre controvertidos acuerdos comerciales y pesqueros con la UE.
La Confederación General de Empresas de Marruecos ( CGEM) contrató a RP para hacer lobby en su nombre en Bruselas, así como los numerosos vínculos entre la CGEM y el gobierno marroquí.
Vínculos de lobby que incluyen relaciones públicas, como lo ilustra el reclutamiento de la hija del ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, como funcionaria en su oficina de Londres.
Para los eurodiputados escandinavos, Marruecos insiste en vender los derechos sobre la pesca del Sáhara Occidental a intereses comerciales europeos, sin beneficio ni contraprestación para la población saharaui.
«Lo importante es recordar que la larga ocupación, represión y explotación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos es totalmente ilegal, como lo subraya también la ONU, que todavía lo cataloga como territorio no autónomo», señalan.
Y continuó: «Por eso nuestro mensaje a Rud Pedersen debe ser tan claro: lo que usted está haciendo, representando indirectamente a una potencia ocupante a través de sus intereses comerciales, es inmoral y va en contra de la reputación y los estándares nórdicos y no podemos y no lo apoyaremos».
Para concluir, los eurodiputados escandinavos piden a la empresa danesa que corte sus vínculos, directos e indirectos, con el ocupante ilegal e inmoral del Sáhara Occidental y su pueblo.