La lluvia, que cayó de forma sostenida durante toda la noche, generó nubes densas y persistentes en varias zonas de los campos, con condiciones climáticas caracterizadas por frío y vientos flojos.
Las autoridades locales y las organizaciones humanitarias de la región están monitoreando la situación, prestando especial atención al impacto de las lluvias en la infraestructura de los campamentos y en las condiciones de vida de las familias de refugiados.
Estas lluvias, inusuales para la zona desértica, si bien por una parte representan un alivio a la sequía que azota la región desde hace años, por otra parte corren el riesgo de crear dificultades logísticas y molestias para la población, a menudo carente de protección adecuada frente a fenómenos meteorológicos intensos.