¿A qué le llaman «Plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental»? – Victoria G. Corera

¿A qué le llaman «Plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental»? – Victoria G. Corera

Introducción

El conflicto del Sáhara Occidental sigue siendo uno de los más complejos y prolongados de la historia contemporánea. En este contexto, el «Plan de Autonomía Marroquí para el Sáhara Occidental» ha sido una de las propuestas más controvertidas. Propuesto por Marruecos como una solución política al conflicto, este plan ha sido ampliamente criticado por su falta de concreción, sus limitaciones y, sobre todo, por no garantizar un proceso auténtico de autodeterminación para el pueblo saharaui. Aunque Marruecos lo presenta como una solución aceptable, el Frente Polisario, principal movimiento de liberación del pueblo saharaui, ha rechazado categóricamente este plan, al considerarlo una forma de integrar el territorio en Marruecos sin la debida consulta al pueblo saharaui.


1. El origen del «Plan de Autonomía» y su contexto

El «Plan de Autonomía» fue presentado por Marruecos en 2007 como una respuesta a la resolución del conflicto del Sáhara Occidental. Se propone bajo la premisa de otorgar al territorio un estatuto autónomo dentro del reino de Marruecos, aunque bajo una clara y explícita sujeción a la soberanía marroquí. La propuesta surgió en el marco de una serie de intentos de negociación entre las partes involucradas, especialmente tras los fracasos de los esfuerzos anteriores por lograr un referéndum de autodeterminación.

Sin embargo, este plan nunca fue concebido como un acuerdo definitivo, sino como un punto de partida para el diálogo. En la práctica, este plan se aleja de una verdadera autonomía, pues limita significativamente las competencias que se le otorgan a las autoridades locales, dejando gran parte de las decisiones clave en manos de Rabat.


2. El contenido del Plan de Autonomía: Análisis de sus principales puntos

A. Competencias limitadas para las autoridades locales
El plan propone la creación de un «Consejo Regional» o «Consejo de Autonomía» que gestionaría diversos aspectos del territorio, como la educación, la sanidad o la infraestructura. Sin embargo, las cuestiones fundamentales de política exterior, defensa y recursos naturales seguirían siendo competencia directa del gobierno central en Rabat. Esto demuestra la falta de soberanía real que tendría el Sáhara Occidental, incluso con el supuesto régimen autónomo.

B. La contradicción de la soberanía marroquí
El plan establece que el Sáhara Occidental sería «una parte integral» de Marruecos, lo que contrasta radicalmente con la idea de autonomía. A pesar de que se habla de «autonomía», el territorio nunca llegaría a tener una independencia real en términos políticos o económicos. De hecho, este marco está claramente orientado a consolidar la anexión del Sáhara Occidental bajo la soberanía marroquí sin posibilidad de un referéndum vinculante que permita a la población saharaui decidir su futuro.

C. La falta de concreción y detalles claros
Uno de los puntos más criticados del Plan es su ambigüedad. Muchos aspectos esenciales del plan, como los procedimientos de implementación, la distribución de competencias o el papel de la comunidad internacional, no están claramente definidos. Además, no se abordan las posibles tensiones sociales o políticas dentro del territorio, ni las garantías de protección de los derechos humanos para los saharauis que siguen luchando por la autodeterminación.


3. Las contradicciones internas del Plan de Autonomía

El Plan de Autonomía marroquí presenta numerosas contradicciones tanto en su contenido como en su aplicación:

A. Autonomía sin autodeterminación
El plan está basado en la premisa de que el Sáhara Occidental es una «parte integral» de Marruecos. Sin embargo, esto va en contra de los principios de autodeterminación del pueblo saharaui, que ha sido reconocido por la ONU y por diversos actores internacionales. No es un verdadero plan de autonomía si no garantiza la capacidad de los saharauis de decidir su futuro político mediante un referéndum libre y justo.

B. La falta de implementación efectiva
Aunque se habla de autonomía, no hay detalles claros sobre cómo se implementará el plan. Las autoridades locales no tienen competencia sobre áreas clave de la vida política y económica del territorio, lo que plantea dudas sobre la viabilidad de este plan como solución a largo plazo.

C. El rechazo del Frente Polisario y la comunidad internacional
El Frente Polisario, que representa a los saharauis en su lucha por la independencia, ha rechazado tajantemente el plan. Para ellos, la propuesta no solo es insuficiente, sino que representa una forma de asimilación que no respeta el derecho a la autodeterminación. El rechazo también se extiende a muchas organizaciones internacionales y de derechos humanos, que han señalado las deficiencias del plan en términos de justicia y derechos fundamentales.


4. La postura del Frente Polisario y la comunidad internacional

El Frente Polisario ha insistido en que la única solución viable al conflicto es el reconocimiento del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, y no una integración forzada bajo la soberanía marroquí. A lo largo de los años, las propuestas de Marruecos se han centrado en una «autonomía bajo soberanía», lo que, para el Frente Polisario, no resuelve el problema de fondo: el derecho a decidir sobre su futuro de manera libre y transparente.

En cuanto a la comunidad internacional, aunque algunos países han expresado su apoyo al Plan de Autonomía marroquí, especialmente aliados de Marruecos, la mayoría de los actores internacionales siguen considerando que el conflicto del Sáhara Occidental debe resolverse a través de un proceso de autodeterminación supervisado por la ONU. De hecho, las resoluciones de la ONU han instado a ambas partes a encontrar una solución negociada basada en el respeto a los derechos del pueblo saharaui.


Conclusión

El «Plan de Autonomía Marroquí para el Sáhara Occidental» es un documento que se presenta como una solución pragmática al conflicto, pero que carece de los elementos fundamentales para ser considerado una resolución justa y duradera. A través de su ambigüedad y sus contradicciones, el plan no ofrece una verdadera autonomía para el Sáhara Occidental ni garantiza el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. El rechazo contundente del Frente Polisario y las críticas internacionales subrayan que el plan de Marruecos está lejos de ser una solución aceptable, limitándose a perpetuar el control sobre un territorio que aún lucha por decidir su futuro.