AGOSTINO MULAS ES RESPONSABLE DE LA AYUDA HUMANITARIA EN LOS CAMPOS DE REFUGIADOS SAHARAUIS Y HA VISITADO PAMPLONA PARA CONOCER LA LABOR QUE ALLÍ REALIZA LA ONG NAVARRA ATTSF
Agostino Mulas lleva más de tres décadas dedicadas a ayudar a las personas que huyen del horror de la guerra en países de cualquier parte del mundo como México, Bangladesh, Ruanda, en al antigua Yugoslavia o Líbano. Hace tres años, este politólogo italiano recayó en Argelia, donde ocupa el cargo de máximo representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para el Refugiado (ACNUR) por lo que también es el responsable de organizar la ayuda humanitaria en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf.
Allí, en medio del desierto argelino, ACNUR y la ONG navarra ATTSF (Asociación de Trabajadores y Técnicos Sin Fronteras) se encargan del distribuir la ayuda humanitaria por los campamentos saharauis. En concreto, ATTSF se encarga del mantenimiento de la flota de camiones que reparten agua y alimentos entre la población refugiada. Esta semana, Mulas ha visitado Pamplona para conocer en primera persona cómo es el trabajo de la ONG aquí, una labor «menos visible», pero que considera «esencial».
¿Cómo valora la labor de ATTSF en los campamentos de refugiados saharauis?
–He tenido el placer de haber visto en acción a ATTSF en los campamentos y estoy muy agradecido por lo que hacen. Se trata de una labor menos visible que otras pero que es esencial. La logística y el apoyo técnico de mantenimiento de la flota de camiones es fundamental para garantizar la distribución de algo tan básico como el agua y la comida. Si los vehículos no están en perfecto estado se cae todo.
¿Cuál es la situación actual de los campamentos de Tinduf?
–La situación no es crítica pero es muy frágil. Los campamentos están en medio del desierto del Sáhara y tienen unas condiciones climáticas muy duras, además de la precariedad de llevar más de 45 años en esas circunstancias. Pero gracias a ACNUR y a la cooperación internacional, sobre todo española, tienen la posibilidad de seguir. No obstante, su situación sigue siendo muy frágil y es una población que siempre ha sufrido de carencia de fondos. En este sentido, me preocupa que haya ahora otras crisis internacionales en el mundo porque crea y aumenta esta vulnerabilidad de los saharauis. Si hay fondos de cooperación que van a otros lugares, los saharauis van a ser menos visibles y por lo tanto van a recibir menos recursos. Y entre otras cosas para eso estoy aquí, para decir que el pueblo saharaui necesita ayuda humanitaria urgente.
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