Aman habla alto y claro. Lo hace en su doble condición de saharaui y dirigente del ala juvenil del PSOE. Su voz suena valiente, máxime cuando muchos otros compañeros de filas han optado por abrazar el silencio cómplice. Una suerte de omertá sólidamente establecida en el interés, la necesidad o el miedo que Aman Hamoudi quiebra en conversación con El Independiente. “El cambio de posición de España en el Sáhara es una decisión equivocada y supone traicionar los valores y los sentimientos de la militancia socialista”, dispara a bocajarro.

Aman Hamoudi, de 29 años, es desde hace unos meses vicesecretario de organización de las Juventudes Socialistas de Madrid. Sigue considerando que su patria y su filiación ideológica no son incompatibles, por mucho que a mediados de marzo el Gobierno de Pedro Sánchez cediera a las presiones de Rabat y apoyara públicamente el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, quebrando un posición de Estado que se había mantenido inalterable durante 46 años. “En el congreso en el que me eligieron para el cargo, hace unos meses, lo primero que hice fue sacar la bandera del Sáhara y todo el auditorio aplaudió. Creo que esa sigue siendo la posición de mis colegas”, replica.

(…)