Ahmed Zain
ECS. Bir Lehlu. | En Noviembre de 2020, el Reino de Marruecos lanzó de manera unilateral una operación militar en El Guerguerat con el objetivo de atacar a civiles saharauis que se manifestaban, provocando así la ruptura del acuerdo del alto el fuego con el Frente POLISARIO y en consecuencia, reanudándose la guerra en el Sáhara Occidental tras tres décadas de diplomacia macabra. En este sentido, las autoridades saharauis, en línea con las legítimas demandas de su pueblo, no detendrán la guerra en vista del fracaso diplomático hasta la realización del referéndum aprobado o la consumación de la independencia.
El Ejército de Liberación Saharaui continúa de manera ininterrumpida destruyendo la infraestructura del muro militar que divide el país, así como otras bases logísticas emplazadas a lo largo del muro, incluso en el sur de Marruecos, en el área de Touizgui y El Uargziz. A pesar de la presencia de la aviación marroquí, las incursiones saharauis en el muro son cada vez más habituales, tal y como los ataques ejecutados en territorio marroquí. En el mismo contexto, se han neutralizado importantes activos militares marroquíes como los jefes de operación y reconocimiento de las FAR en la región saharaui ocupada de Mahbes, entre otros oficiales y comandantes. Además en esta región Marruecos replegó sus posiciones debido a los hostigamientos diarios.
En este año y medio de guerra, la progresión bélica refleja en el horizonte una continua escalada incremental con repercusiones impredecibles. Se han intensificado las operaciones saharauis así como su nivel cualitativo, especialmente en el norte del país, concretamente en las regiones de Mahbes, Farsia y Hauza. Los choques armados amenazan con expandirse en toda la región ante la falta de negociaciones entre Marruecos y el Frente POLISARIO, y los ataques marroquíes deliberados contra civiles de distintos países.
Marruecos por su parte ha movilizado cazas y drones al Sáhara Occidental, ha acantonado tropas a las que les prohíbe salir del muro. También aumentan los bombardeos marroquíes contra civiles saharauis que dejan decenas de asesinados, así como la destrucción de sus medios de subsistencia. Según informaciones, el despliegue de las FAR se compone de tres brigadas de infantería mecanizadas, una brigada de seguridad ligera, dos brigadas de paracaidistas y ocho regimientos de infantería mecanizados, además de una gran cantidad de pequeñas unidades independientes que conforman 11 batallones armados, 39 batallones de infantería, tres batallones mecanizados, un batallón de montaña, dos batallones de caballería, 12 batallones de artillería y un grupo de defensa aérea.