El 43º Batallón de Infantería marroquí ocupa seis posiciones fortificadas con pelotones GIR, una detrás de otra, que fueron objeto de intensos bombardeos, y detrás del muro, a 6 kilómetros se encuentra su cuartel general, que también fue blanco de la artillería saharaui una vez traspasadas las fortificaciones.
Entre las bajas causadas a las fuerzas de ocupación marroquíes se encuentran un coronel, un teniente coronel, un teniente, un capitán, un sargento mayor, un sargento, un suboficial, dos cabos y tres soldados. La operación armada dejó decenas de vehículos militares y un lanzamisiles destruidos, así como la incautación de documentación militar.
Se trata de la primera ofensiva terrestre del Ejército de Liberación Saharaui que cruza las primeras líneas defensivas en el interior del muro marroquí. Este muro es una línea continua con bases y sub bases cada dos, tres o cuatro kilómetros. El susodicho Batallón se encarga y es responsable de un área de 25 kilómetros. La región donde ha tenido lugar la acción militar es célebre por albergar un gran número de bases, cuarteles y centros de alerta del ejército de ocupación marroquí.