La Audiencia Nacional propina un nuevo golpe a Hammou Ali, el joven saharaui sordo y enfermo de cáncer de 30 años que había solicitado protección internacional tras aterrizar en el aeropuerto madrileño de Barajas. El tribunal ha denegado este jueves la cautelarísima solicitada por su equipo legal contra la expulsión dictada por el ministerio del Interior.

Ali permanece en la sala de inadmitidos del aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez desde hace semana y media y se enfrenta ahora a la expulsión a Marruecos. Fuentes de su equipo legal denunciaron la semana pasada a El Independiente que el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska había obviado «elementos más que suficientes para considerar al solicitante una persona con necesidades básicas debido a su situación de incapacidad».

Convocada manifestación frente a Interior

Las citadas fuentes expresan su sorpresa porque «ante la política de represión que está llevando Marruecos contra los jóvenes saharauis, se suma ahora la del gobierno español, denegando de forma sistemática sus solicitudes sin reparar en la grave situación que los mismos estaban viviendo». De hecho, se ha convocado una manifestación a mediodía de este sábado frente a la sede del ministerio del Interior bajo el lema “Marlaska, necesitan protección, no deportación”. En las últimas semanas han llegado decenas de saharauis en la misma situación.

Otro de los casos es el de Rbab al Tarad Yahi, de 27 años, su marido y su hija de año y medio a los que se ha denegado la protección internacional a pesar de que parte de su familia se halla asilada en Francia. La mujer sufrió un aborto la semana pasada mientras permanecía junto a su hija de año y medio y separada de su marido en la sala de inadmitidos del aeropuerto de Barajas. Los agentes ni siquiera permitieron que pasara toda la noche en el hospital al que fue trasladada, en contra de la recomendación médica. Ahora, los tres miembros de la familia se enfrentan a una deportación inminente a Marruecos tras rechazar el ministerio del Interior el reexamen solicitado por su equipo legal. Tenían asignado un vuelo de regreso a Marruecos este jueves pero sus abogados han recurrido a la vía judicial, a la espera de resolución.

La mujer, embarazada de unas semanas, sufrió un aborto durante su estancia en el aeropuerto. Según denuncia, el médico recomendó que pasara la noche en el Hospital Universitario La Paz, donde fue sometida a un legrado. La policía se negó en rotundo, según su testimonio, y fue llevada de vuelta a las instalaciones del aeropuerto madrileño.

Los casos se han multiplicado en las últimas semanas. Tras una primera denegación, el ministerio del Interior autorizó el miércoles de la pasada semana la entrada en España del joven activista saharaui Abdelsalem Abdullah Khalifa, que llevaba más de una semana en el aeropuerto de Barajas y cuyo caso, tras la denuncia el pasado sábado en El Independiente, Podemos y Pablo Iglesias compararon con la rápida acogida del líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia, que llegó a suelo español el domingo y tramita desde entonces su condición de asilado político.

Razones para el aumento de casos

«Resulta totalmente comprensible que los jóvenes saharauis busquen oportunidades alternativas para asegurar su sustento», señaló hace semanas a El Independiente Ali Salem Tamek, un histórico activista saharaui vinculado al Colectivo Saharaui de Defensores de Derechos Humanos (Codesa), una organización con sede en los territorios ocupados que denuncia las violaciones perpetradas por el régimen alauí.

(…)