(…)
La biblioteca, llena a rebosar, se quedó en silencio cuando la madre del joven portero de fútbol, Nafe Hadiya, fallecido en accidente de avión, entregaba el balón de oro a otro joven deportista, Eman Matala. Emoción y lágrimas en un momento que fue tan bonito como duro. Y el reconocimiento general a una madre que, con su presencia, ha sabido poner en valor la importancia de fomentar el deporte entre los jóvenes.
Otra mujer, Hasina Salma, parte integrante del equipo de ajedrez, recibía el premio al Personaje del año. Dos mujeres protagonistas de una ceremonia a la que asistieron el Ministro de Deportes y el de Mercancías, representantes del mundo deportivo y mucha población civil.
(…)