Cientos de voluntarios españoles han viajado a los campamentos durante los últimos once años para trabajar en el Bubisher, sin que se haya registrado un solo incidente de inseguridad. En 2011 se produjo, es verdad, el secuestro de dos cooperantes españoles y una italiana en Rabuni, un suceso grave y preocupante, y que hizo mucho daño a todos los proyectos solidarios presentes en los campamentos, el nuestro incluido. Desde entonces, en más de una década, nada. O sí: se incrementó la seguridad y la vigilancia, se implantaron las escoltas mixtas para los desplazamientos, se construyeron dos anillos de seguridad vigilados por Argelia y la RASD, y se limitaron las actividades de riesgo, como salidas a las dunas o los paseos nocturnos.
En suma, siempre nos hemos sentido protegidos, seguros y confiados, aunque siempre respetando las normas y vigilantes, cumpliendo con todas las recomendaciones de las autoridades saharauis.
En las últimas fechas el ministerio de asuntos exteriores español emitió una “alerta terrorista” contra intereses españoles en los campamentos, sin informar previamente a los servicios de seguridad de la RASD, ni, al parecer, a la MINURSO. Este mismo organismo, dependiente de la ONU, asegura no tener ninguna noticia sobre esta situación de riesgo. Tampoco los EEUU, Argelia, o ningún otro actor en la zona. Y tampoco nosotros, pese a ser una asociación legal con el objetivo de cooperar en los campamentos del Sáhara, hemos recibido más información que la que ofrecen los medios de comunicación
La “alerta” se produjo 48 horas antes de que salieran de España cinco vuelos chárter con destino a los campamentos, con cientos de cooperantes y familiares de acogida. Solo el 2% de ellos renunciaron al viaje, sobre todo menores. Los que no han renunciado confiesan su lógica preocupación, pero mantienen su deseo de visitar a sus familias o trabajar en sus proyectos, así como de llevar en sus maletas la ayuda imprescindible para la supervivencia del pueblo saharaui exiliado. Por su parte, la RASD ha redoblado sus medidas de seguridad, para garantizar aún más la integridad de sus visitantes.
Muchas asociaciones y particulares han manifestado su malestar y la opinión de que se ha tratado de una campaña para debilitar el fuerte tejido solidario de los españoles con los saharauis, pero al mismo tiempo redoblando su compromiso. Si la intención de la “alerta” era esa, el resultado habría sido el contrario: numerosos medios de comunicación han tenido que informar de la existencia de ese movimiento solidario, y de los viajes de casi quinientas personas a los campamentos en este puente, algo que se repite varias veces al año, sin que sea visible en esos mismos medios.
Paradójicamente, dos días después de la “alerta” se han producidos dos atentados terroristas en Inglaterra y Bélgica, sin que el ministerio haya emitido, ni antes ni después, la recomendación de no viajar a estos u otros países europeos. No hace mucho dos jóvenes escandinavas fueron decapitadas en Marruecos por terroristas, por el “delito” de vestir shorts. Tampoco hubo recomendación alguna de nuestro ministerio.
El terrorismo es ejercido por la extrema derecha del Islam, no por el Islam. Y el fundamentalismo se combate con cultura. Por eso, el Bubisher mantiene intactos todos sus proyectos; aún más, se refuerza en sus objetivos, y se compromete todavía más en seguir creciendo, para que toda la población saharaui disponga de una biblioteca pública y todos sus escolares disfruten del trabajo diario de las bibliotecarias y monitores saharauis en los centros escolares.
Seguimos manteniendo nuestra oferta para voluntarios españoles que quieran colaborar en el proyecto para reforzar los conocimientos del personal saharaui, pero precisamente en estos días estábamos ya reforzando los protocolos necesarios para viajar a los campamentos, incluyendo la seguridad.
En suma, con el deseo de que todas las familias y cooperantes que se encuentran esta semana en los campamentos completen su viaje sin incidentes, queremos dejar claro que el Bubisher, como muchos otros proyectos, seguirá adelante, con energía renovada.
Pedimos a los potentes y ricos medios que se hicieron eco de la “alerta” que viajen a los campamentos, para que comprueben allí mismo todas las medidas de seguridad implantadas por las autoridades saharauis, y el riguroso cumplimiento de las mismas por parte de los cooperantes, y así poder informar y tranquilizar a sus lectores y oyentes, después de haber causado tanta preocupación y angustia. Por supuesto, serán bienvenidos en las cuatro bibliotecas del Bubisher, y nos encantaría que les contaran también a sus lectores y oyentes que así, con cultura, se lucha contra el fundamentalismo y el fanatismo.
Por último, ya que los focos se han centrado en los campamentos, queremos reclamar una vez más de nuestro gobierno que cumpla con el mandato de la ONU de impulsar el referéndum de autodeterminación, al que tienen derecho los saharauis, como lo tuvieron antes todos los países africanos, incluyendo Marruecos, que mantiene la invasión del Sáhara Occidental y reprime dictatorialmente a los saharauis en su propia tierra. Paradójicamente, lo que parecía dañar al futuro de los refugiados, debería convertirse en un impulso para la resolución de su anhelo de volver a su patria, después de 43 años de exilio.
Es el momento.
Leer artículo original en: Bubisher EL BUBISHER, ANTE LA “ALERTA TERRORISTA”