El CRA Ría del Eo crece. Cada año hay más alumnos. Crece porque se riega con cariño y se abona con libros. Porque tiene biblioteca, rincón de lectura, huerto. Porque sus maestros y administrativos quieren a sus alumnos, colaboran, buscan, siembran.
Y así es muy fácil. Los niños de Piantón y Abres se entregan este año a la lectura de El niño de luz de plata, y abrazan en la distancia a los niños del Sáhara. Y juntos piensan en la amistad, en el esfuerzo. Durante todo el año serán amigos de Najib y de Luz de Plata. Y así, harán que las bibliotecas del Bubisher crezcan un metro. Más, mucho más, porque la solidaridad no tiene medida. Es, o no es. La solidaridad, que no la caridad. Compartir. Ayer, mientras Gonzalo charlaba con todos los niños de Piantón y Abres, Gajmula hacía lo mismo en un colegio de Ausserd. Y Suadu en uno de Djla. Y Alghailani en uno de Bojador, y también Brahim en uno de Smara. Porque todos, todos los niños del mundo, tienen derecho a leer y a soñar.
Fue una mañana preciosa, que nos recordó a tantas otras vividas ya en La Caridad, en Coslada, en Gijón, en tantos y tantos colegios ya. Con cientos, miles de niños españoles. Los auténticos dueños del Bubisher, mano con mano con sus compañeros saharauis, tan lejanos y tan cercanos. Bañándose en el mismo río.