Carta a Albares: Miedo. Dos pueblos se debaten contra la ocupación.

Carta a Albares: Miedo. Dos pueblos se debaten contra la ocupación.

¿Qué motivos pueden tener nuestros gobernantes para no ser tajantes ante la ocupación y el genocidio? No nos lo dicen, así que tenemos que hacer cábalas.

Una opción puede ser el miedo. ¿Al chantaje, al más fuerte? También hay otras opciones, como la corrupción. Habrá de todo.

No hay justificación para no intentar impedir las atrocidades que hacen con seres humanos.

Nosotros, todos los lunes, nos concentramos ante Exteriores para pedir la liberación de los presos políticos saharauis.


Excmo. Sr. ministro, Dos pueblos se debaten contra la ocupación.

Sahara Occidental

La localidad de Tizimi está situada cerca de la ciudad de Assa, en el ahora sur de Marruecos, un territorio saharaui que España, siendo colonizadora, perdió en una guerra. En 2013, en esa comunidad de Tizimi, marroquíes y saharauis se disputaban las tierras para el pastoreo, y los saharauis montaron un campamento de protesta. Fueron reprimidos duramente por la policía marroquí en septiembre de 2013. Hubo un muerto, el joven saharaui Rachid Shim, y muchos detenidos. Tres saharauis recibieron largas condenas en 2014: Nourdine Kaiss, 10 años; Brahim Ahmed El Aarbi Fartat, 15 años; Yahdih Mbairik Chakrad, 10 años. Yahdih cumplió condena y fue puesto en libertad el 30 de septiembre de 2023. Está enfermo. Se ha trasladado a una ciudad marroquí para recibir tratamiento. En la cárcel de Ait Melloul 1 sufrió torturas físicas y psicológicas que le provocaron un grave deterioro de su estado de salud. También durante la detención le habían torturado. No le atendieron los médicos ni recibió medicación, y le mantuvieron desnutrido. Ni siquiera se adelantó su salida de la cárcel.

Es lo que tiene ser preso político saharaui en una cárcel marroquí. La asociación de los territorios ocupados CODESA muestra su preocupación y se refiere a los presos saharauis fallecidos tras torturas o por falta de atención médica. A continuación, algunas denuncias recientes de presos políticos saharauis:

Abdelmula El Hafidi está en una celda hacinada con presos comunes, sucia, maloliente. Ha desarrollado una infección pulmonar, con fiebre. No recibe tratamiento médico.

Ahmed Sbai denuncia la falta de atención médica, con una huelga de 24 horas.

Abdeljalil Laaroussi no recibe atención médica por sus hemorroides sangrantes.

La falta de tratamiento médico es una constante, un castigo añadido. A veces es porque sí. A veces les explican por qué: A Abdallah Lekhfauni, y no solo a él, se le prohíbe un tratamiento en tanto no renuncie a su identidad saharaui, a su estatuto de preso político y al derecho a la autodeterminación.

Es intolerable esta situación. ¿Qué hace Vd. siquiera para suavizarla? Recuerde: España, potencia administradora de iure del Sahara Occidental, tiene que velar por el bienestar de los saharauis.

En esta semana, abundan las fechas históricas. En 1975, la Marcha Verde llegaba al Sahara Occidental y doblegaba al ejército español. El día 8 de noviembre de 2010 las fuerzas de ocupación marroquíes desmantelaban violentamente el campamento de protesta de Gdeim Izik y hacían prisionero a todo saharaui que cazaran. Este día 8 lo ha adoptado el Frente Polisario como Día Nacional del Preso Civil Saharaui. El sábado, como todos los años, se evocarán en una gran manifestación los deshonrosos Acuerdos de Madrid por los que España entregó la provincia 53. Quizá sea un momento propicio para reflexionar sobre la ilegal entrega del territorio saharaui por España, su última rendición ante Marruecos abogando por una anexión, y su sempiterna pasividad ante las terribles consecuencias que cada día acarrea esa traición para los saharauis.

Palestina

El ataque a la población palestina para exterminarla y usurpar sus tierras nos martillea la conciencia, a todos menos al Ejecutivo. No rebelarse contra esta calamidad asesina es incompatible con la civilización que creíamos tener y que nuestros dirigentes han tirado por la borda. No podemos normalizar la muerte diaria de cientos de niños a manos de un ejército exterminador de civiles, más los desaparecidos bajo los escombros, más los heridos. España sigue sin reaccionar con valor. No condena, no sanciona.

Diga si la actitud pusilánime de España frente a la barbarie se debe al miedo. En 2010 decía Manuel Trigo Chacón a propósito de Gdeim Izik, “La firmeza del ministro de Interior alauí que vino a España a ordenar silencio y manos quietas a Rubalcaba nos hace pensar si no le habrá advertido del peligro que supone para España el que se sepan cosas del 11-M bien guardadas por los servicios secretos marroquíes y que Rubalcaba bien debe conocer”. Es un ejemplo.

Trigo Chacón ofreció una hipótesis por una inacción del Gobierno hace 13 años, una falta de reacción ante la dureza del desmantelamiento de Gdeim Izik por las fuerzas de ocupación marroquíes. Y las hipótesis se formulan cuando nadie ofrece una explicación lógica o satisfactoria, o simplemente no se ofrece ninguna explicación. Desde entonces, se han sucedido muchos casos que podrían obedecer al miedo.

Como lo es la firma de la inexplicable e inexplicada carta de Sánchez en marzo de 2022 aplaudiendo una anexión del Sahara Occidental por Marruecos. Todas las conjeturas apuntan a que también tuvo que ver con el miedo a un chantaje -él sabrá los motivos-.

¿Y con Israel, cuál es el miedo?

La sociedad española está siendo testigo impotente de tantas atrocidades, sin poder contar con su gobierno para rechazarlas.

Cristina Martínez Benítez de Lugo

Participante en el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis