Causas y consecuencias de la decisión de Trump: El conflicto saharaui entra en un nuevo estadio tras el reinicio de hostilidades

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Causas y consecuencias de la decisión de Trump: El conflicto saharaui entra en un nuevo estadio tras el reinicio de hostilidades
 
Madrid. – 15/12/2020 – ECSaharaui.
Por Lehbib Abdelhay /ECS 
 
 
La proclamación hecha por la administración Trump podría complicar los esfuerzos para resolver un conflicto territorial de larga duración. El pasado 10 de diciembre, el presidente Trump tiró por la borda 45 años de política exterior estadounidense al afirmar que reconoce el reclamo de Marruecos sobre el territorio en disputa del Sáhara Occidental, violando todas las resoluciones del derecho internacional. Trump también anunció que Marruecos normalizará sus relaciones con Israel, un acuerdo que los expertos describen como una condición sine qua non. Israel presuntamente presionó al gobierno de Estados Unidos durante el año pasado para reconocer el ilegal reclamo de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
 
La decisión tomada por Trump no va a cambiar el estancamiento del conflicto del Sáhara Occidental, sin embargo puede hacer que sea más difícil para las Naciones Unidas ayudar a resolver un conflicto que recientemente ha visto la reanudación de la lucha armada, tras un alto el fuego de 29 años, que fue torpedeado por Marruecos al traspasar la zona de amortiguación prohibida.
 
El reconocimiento unilateral de Estados Unidos de las pretensiones territoriales de Marruecos también podría invitar a la intromisión de otras potencias, como Rusia.
 
La administración de los EE.UU ante el conflicto saharaui
 
Desde que el rey Hassan II de Marruecos invadió y ocupó el Sáhara Occidental en Noviembre de 1975, las sucesivas administraciones estadounidenses se han negado a reconocer las reclamaciones de Marruecos sobre la ex colonia española. Desde Jimmy Carter hasta Barack Obama, todos los mandatarios apreciaron hasta qué punto la estabilidad de Marruecos estaba ligada al Sáhara Occidental.
 
En resumidas cuenta, el reconocimiento de Trump hará más bien poco por cambiar el derecho internacional. La situación del Sáhara Occidental es una de las más complicadas y controvertidas del mundo dada la inacción del poder jurídico, que ha terminado por envalentonar a Marruecos durante estos últimos treinta años, de hecho, la causa del reciente estallido del conflicto emana de la creencia de impunidad de la que Marruecos goza.
 
El Sáhara Occidental y el derecho internacional
 
El Sáhara Occidental posee la categoría de «territorio no autónomo» reconocido por la ONU, siendo el más grande del mundo en su tipo. España cedió su compromiso colonial en 1975 a Marruecos y Mauritania para evitar una guerra que coincidiría con la transición democrática. Este traspaso de compromiso se firmó como »Acuerdos Tripartitos de Madrid», cuya validez jurídica es nula. En 2002 la Oficina de Asuntos Legales de la ONU dictaminó que los poderes colonizadores no se pueden entregar en mano como si fueran las llaves a otro país.
 
En 1975, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió un fallo histórico, al no encontrar evidencia histórica convincente de que el Sáhara Occidental perteneciera a nadie más que a los nativos saharauis, rechazando el argumento marroquí y constatando que no existían lazos de ningún tipo (jurídico, étnico o genético) De hecho, los dictámenes recientes del Tribunal de Justicia de la UE han reforzado que, mientras se niegue al Sáhara Occidental su derecho a la autodeterminación, es un territorio no autónomo. La misma Unión Africana reconoce tanto a Marruecos como al Sáhara Occidental como estados miembros de pleno derecho. Y considera que éste último se encuentra colonizado por una fuerza ocupante y que es susceptible de aplicar el derecho de autodeterminación de los pueblos, lo que llevó al enojo de la fuerza ocupante (Marruecos) y abandonó la UA.
 
Otra sentencia de la ONU de 2002 también deja claro que Marruecos no tiene el estatus de potencia administradora de facto del Sáhara Occidental, ya que tal estatus no existe. Para muchos juristas, la Unión Africana, la Unión Europea y la Asamblea General de la ONU, la presencia de Marruecos en el territorio es una ocupación ilegal de manual. Prueba de ello, son las políticas del gobierno marroquí alentando a miles de marroquíes a establecerse allí, saquear los ricos bancos pesqueros y las minas de fosfato, violando flagrantemente el derecho internacional humanitario, comercial e internacional.
 
La estrategia de Marruecos se basó en acelerar su anexión mediante infraestructuras en los territorios ocupados del Sáhara Occidental para que la integración y la autonomía parezca la única solución posible.
 
¿A dónde nos llevará todo esto?
 
Todo el mundo está pendiente del aliado más fuerte de Marruecos, Francia, su defensor y representante en el Consejo de Seguridad que veta cualquier solución al conflicto saharaui. Macron aún no ha reconocido la soberanía marroquí del Sáhara Occidental como lo ha hecho Trump, tampoco está claro que lo vaya a hacer, ya que el gabinete de exteriores francés se pronunció diciendo que apoyan una solución justa y duradera al conflicto. Recordemos que Macron enfrenta sus propias batallas internas por un polémico proyecto de ley de seguridad, es difícil saber si se arriesgará por Mohamed VI y Marruecos. El hecho de hacerlo podría poner en peligro las relaciones de Francia con Argelia, vecino de Marruecos y uno de los mayores defensores del derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental, en línea con el derecho internacional.
 
Lo que podría hacer el presidente electo Joe Biden el próximo enero tampoco está claro. Dejar intacta la proclamación de Trump podría animar aún más a Marruecos a seguir estancando todas las iniciativas diplomáticas que involucran planes de autodeterminación para el Sáhara Occidental. Así como continuar con la incesante represión sistemática contra civiles saharauis en los territorios ocupados.
 
 Al mismo tiempo, Trump y Mohamed VI han enredado el reconocimiento a niveles complejos, el reconocimiento marroquí de Israel ha implicado que los EE.UU reconozcan las pretensiones territoriales marroquíes sobre el Sáhara Occidental. Esto dificulta enormemente a cualquier administración estadounidense de dar marcha atrás, dado el fuerte apoyo bipartidista en Washington para la normalización de las relaciones árabe-israelíes.
 
Y luego está Rusia, que cada vez ha mostrado más su oposición al liderazgo de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad cuando se trata del conflicto del Sáhara Occidental, absteniéndose repetidamente en las votaciones sobre un tema que se había manejado por consenso durante casi tres décadas. Pero incluso si Rusia cede y no asume un papel más activo en el conflicto, la decisión unilateral de Trump creará un vacío de liderazgo sobre la cuestión del Sáhara Occidental en el Consejo de Seguridad que ningún otro miembro permanente podría llenar de manera creíble, y que Marruecos aprovechará a su favor.

Origen: Causas y consecuencias de la decisión de Trump. El conflicto saharaui entra en un nuevo estadio tras el reinicio de hostilidades.